Tras cerrar su etapa política el pasado mes de junio, Maite Salord (Ciutadella, 1965) ha regresado al mundo de la literatura por la puerta grande. Este martes se ha anunciado en Barcelona que la escritora menorquina es la ganadora de la tercera edición del Premi Proa de Novel·la gracias a «El país de l'altra riba».El título elegido por el jurado entre los 24 que se presentaron al certamen y por el que recibirá un premio en metálico de 40.000 euros además de la publicación de la novela, que llegará a las librerías el 17 de este mes.
Salord declaraba desde la Ciudad Condal que «no se lo esperaba» y que se había presentado al certamen para ver qué respuesta tenía su escritura después de tantos años sin publicar. En ese sentido, cabe señalar que «El país de l'altra riba» comenzó a redactarse en 2014, unos meses antes de que se publicara su anterior novela, «L'alè de les cendres».
«Se puede decir que entre 2015 y 2019 no escribí prácticamente nada más», confiesa la autora. El proyecto lo retomó durante la pandemia. Con menos obligaciones en la agenda y el confinamiento «tuve más tiempo para poder escribir, algo que además necesitaba para desconectar de la gestión política de la pandemia».
Un periodo durante el que la novela tomó impulso gracias a muchas horas de investigación y, tras dejar su puesto en el Consell, el proceso necesitó que tuviera que hacer «un esfuerzo enorme» en el mes de julio para poder cumplir con los plazos y llegar a tiempo al premio Proa.
En lo que se refiere a la historia, esta arranca con un hecho que puede resultar familiar para los menorquines, la caída de un avión alemán en aguas cercanas a la Illa del Aire una madrugada de febrero de 1943, cuando regresaba de bombardear la costa norte de África. La novela se desarrolla tomando como referencia otras dos líneas temporales, la guerra de la independencia de Argelia, donde se desarrolla parte de la trama, y Barcelona durante las manifestaciones contra la guerra de Irak.
¿Su trabajo más ambicioso hasta la fecha? «La ambición la he tenido siempre en todos los proyectos que he escrito», confiesa Salord, quien no esconde la complejidad que ha implicado su último trabajo, que ha requerido no solo muchas horas de escritura, sino también de investigación histórica.