La fotógrafa italiana Gianna Carrano sigue muy fiel a sus principios. Y uno de ellos se fundamenta en indagar en la gente de la tierra en la que vive para desde lo local extender su mirada hacia lo global. Confiesa que hace ya tiempo que se dedica a «investigar el mundo» y también a «la gente de Menorca», que para ella representan «un microcosmos que da paso a un cosmos más grande». Al final, hay sensaciones «que se pueden encontrar en todos los sitios», asegura.
Fruto de ese trabajo de investigación, este viernes inauguró en la sala Sant Antoni de Maó su último proyecto, «Perceptions», un trabajo cuyo origen hay que buscarlo en la pandemia y que ve la luz «después de un periodo tan largo y solitario, donde nos sentimos vulnerables, perdidos y desorientados».
Carrano tuvo la percepción de que las personas que estaban alrededor iban superando la situación a través de «gestos físicos y artísticos». Algo que ha interpretado con su mirada fotográfica, especialmente sensible a reflejar el lado poético de las cosas.
Así, la artista se ha centrado durante el último año en retratar a personas relacionadas con el mundo del arte, fiel a su estilo de enmarcarlo todo en fondos oscuros sobre los que destaca la figura humana. En esta ocasión ha añadido a las obras un «toque rojo» que, tras un tiempo nebuloso, se puede interpretar como «un punto de explosión de vida».
Para esta exposición Carrano ha contado con la colaboración del menorquín Carlos Minuchin, que ha escrito un texto poético para cada una de las fotografías. No se trata de mensajes descriptivos, ya que tal y como defiende la fotógrafa, «cada uno tiene que ser libre de vivir su fragmento emotivo» cuando contempla una obra.