Del microteatro a la gran pantalla. Ese es el recorrido de «Los Ángeles», una pieza dramática pensada para las distancias cortas escrita por Josep Mercadal convertida ahora en cortometraje de la mano del realizador Pacífic Camps Juaneda y la productora Menorca Raw. El resultado se pudo comprobar este martes en un pase especial que tuvo lugar en los Cinemes Moix Negre de Ciutadella para dar a conocer un trabajo que aspira a iniciar en breve su ruta de festivales.
Un paso más en una aventura cuya historia comenzó a escribirse hace justamente diez años, cuando Mercadal firmó el libreto para participar en el programa de Teatre de Barra de Palma. El montaje, en el que él mismo interpretaba uno de los dos personajes principales dando la réplica al también menorquín Rodo Gener, fue todo un éxito.
Dos años más tarde, y después de varias representaciones, la obra dio el salto a la Isla para formar parte del cartel del festival Teatre de Butxaca. Entre sus espectadores se encontraba Camps, quien rápidamente vio las posibilidades cinematográficas de la historia. Sin embargo, entonces no contaba con los medios para llevar el proyecto a buen puerto, panorama que cambió cuando puso en marcha hace un tiempo la productora Menorca Raw.
Así, todo fue tomando forma hasta el punto de que la historia se rodó este 2022. La complicidad artística con la que llegaban Mercadal y Gener al set hizo posible que la grabación se realizara en un tiempo récord. Diez horas de rodaje, repartidas en tres jornadas que resultaron en 12 minutos de metraje, todos ellos en un único escenario, La Margarete de Ciutadella.
«Estoy supercontento de que la obra se haya transformado en este pequeño milagro», confiesa Mercadal; mientras que Camps Juaneda defiende el corto como una manera de demostrar que «con pocos recursos se pueden conseguir grandes cosas, y que en Menorca se pueden hacer productos cinematográficos de calidad». Por su parte, Gener pone en valor la oportunidad que supone seguir dando vida al proyecto «con una obra tan gamberra».
«Los Ángeles» se puede calificar como una comedia negra, con algún tinte dramático, sobre la relación entre dos amigos y la profesión de actor de fondo. La exploración de nuevos horizontes por parte de uno de ellos es el punto de partida de una obra que cuenta con la colaboración musical de Leonmanso para redondear una cortometraje cien por cien menorquín.