El condado de Torre Saura, creado por Fernando VII en 1818 a favor de Bernardo de Olives y de Olives, y la casa solariega que preside, junto con can Martorell, hoy can Salort, la plaza des Born de Ciutadella, protagonizan la historia política, económica y social de los dos últimos siglos en Menorca.
No existía una publicación que, más allá de los aspectos anecdóticos, ofreciera una visión rigurosa, analítica y contrastada sobre la historia del condado durante el periodo de la segunda rama Olives, comprendido entre 1818 y 1995; el palacio, con su extenso patrimonio documental y bibliográfico; y la fundación José María de Olives y de Ponsich.
Escalera principal que, desde el zaguán, conduce a la planta noble
La entidad sin ánimo de lucro creada por Juan Manuel Valero, heredero del conde de Olives y de Ponsich, que hoy preside Roger Zannier, ha promovido la redacción e impresión de este libro, editado por Talaia Cultura. Sus autores son el arqueólogo Antoni Camps Extremera y Alberto Coll de Arredondo, ambos comprometidos, desde la Societat Històrico Arqueològica Martí i Bella, con la investigación y la recuperación de la historia con diferentes temas y etapas menorquinas.
Fotografías inéditas de la familia
La edición e impresión han sido cuidadas al detalle. Sobresalen las fotografías de Sonia Rotger Caules y lavidadeundron; el análisis de las partituras por Laura Triay; el estudio de la biblioteca, realizado por Josefina Salord; y la valoración del fondo artístico, que ha llevado a cabo Antoni Arcas.
El palacio Torre Saura se empezó a construir en 1839, con la reforma del edificio ya existente y la incorporación de viviendas colindantes para formar un conjunto unitario en el que sobresale la fachada tras la que se distribuye la sucesión de nuevas estructuras y espacios, domésticos y residenciales, con diferentes usos.
Alberto Coll, Guillermo de Olives, Josep Estruch y Antoni Camps presentaron el libro en la terraza | J.P.F.
El palacio Torre Saura, que ocupa una superficie de 6.000 metros cuadrados, flanqueado por las dos fachadas neoclásicas, fue concebido en el siglo XIX. Camps y Coll señalan que «resultado de sucesivas reformas y ampliaciones, actúa como nexo de unión entre la ciudad antigua y el ensanche». Los planos fueron dibujados por Ramón Gelabert y el ingeniero militar Ildefonso Hernández. Este extenso volumen, cuyas fotografías inéditas de la familia Olives le confieren un gran atractivo, se extiende sobre los tristes acontecimientos de febrero de 1939, registrados en la mansión; las visitas reales; los sucesivos condes, quienes desempeñaron la alcaldía de Ciutadella; los llocs que llegó a gestionar la familia de los Torre Saura, así como las cocheras y el predio de Torre Saura. En conjunto, una excelente aportación para el conocimiento de la historia y la bibliografía de Menorca.