El Orfeó Maonès acoge este domingo el preestreno de la obra de Jordi Odrí «La Peixera», una pieza que tiende a lo dramático, en la línea de lo que han sido las últimas presentaciones del autor, pero no exenta de comedia, de alrededor de una hora de duración, y con Maria Cubas y Espe Robert en el papel protagónico.
Una obra que trata de la vida y del modo de afrontarla, de las relaciones... y que tiene su elemento troncal en la convivencia que se ven en la necesidad de entablar dos mujeres a causa de «una situación dramática», y que en otras circunstancias nunca habrían coincidido, según nos resume el propio Odrí.
La representación une a ambas protagonistas en un lugar cerrado, de ahí la elección del título «La peixera», a partir de lo que se genera una intimidad tan recíproca como extraordinaria, «lo que únicamente ocurre cuando uno se encuentra en una situación extrema», precisa su autor y director.
Una a otra, y a la inversa, comparten vivencias y experiencias sobre su vida, algunas de las cuales nunca antes habían confesado ni compartido con nadie. «Hablan del amor, de la vida, la muerte», enumera Odrí. Y es que en el trasfondo de la historia lo que subyace es precisamente la muerte, pero no sin que deje de ser relevante, siendo quizá eso lo más interesante, expone el propio autor, «el recorrido que se hace sobre la vida por medio de esas dos mujeres» que se encuentran en ese contexto concreto.
Además, la obra se caracteriza por enmarcar teatro dentro del teatro; esto es, que las propias protagonistas, en el momento de interactuar e intercambiar vivencias, lo harán representando las mismas.
Una obra contemporánea, pero a su vez atemporal, que hasta se podría contextualizar «en mitad del siglo anterior», en lo que se advierte también el sello de su creador, que huye de explotar en exclusiva la mera actualidad y apuesta por lo cotidiano, dedicada a todos los públicos –fundamentalmente a partir de 14-16 años– y que además hará que en muchos momentos el espectador se siente reflejado o identificado en lo que ve.
Odrí, por último, pone en valor el intervencionismo, en términos positivos, de Cubas y Robert en la composición y resultado final de la obra. «Tenían mucha ilusión por trabajar juntas, y si la aportación de las actrices siempre es importante, en este caso mucho más. Por los matices y hasta diálogos que han aportado, su participación ha sido muy activa. Ha sido una colaboración muy interesante».