El espíritu siempre abierto de la galería Atica, con sede en el puerto de Maó, favorece que lleguen al público propuestas como la que exhibe estos días, la exposición «Aumon Més!». Una colección que, como partida, tiene dos premisas en común. La primera, que las pinturas que forman parte de la muestra están inspiradas en versos del poeta menorquín Ponç Pons; la segunda, que los que firman esos cuadros son todos alumnos de Theresia Malaise, artista belga residente desde hace muchos años en la Isla.
La pintora se puso en contacto con el poeta de Alaior para pedir permiso y utilizar su obra como punto de partida, algo a lo que el escritor accedió escogiendo dos de sus poemas para el ejercicio. Uno habla sobre la experiencia de un naufragio, el otro evoca el calor del hogar. «A partir de esas imágenes poéticas, trabajamos dos conceptos opuestos, el desarraigo y el sentimiento de pertenencia», relata Malaise.
A continuación, cada alumno interpretó esa dualidad desde su perspectiva personal creando un collage como herramienta inicial. Después, las ideas plasmadas en esa pieza se trasladaron a un lenguaje pictórico ofreciendo una visión de cómo los artistas entienden los conceptos planteados.
El resultado toma forma en Atica como una colección de 24 obras, dos por cada uno de los participantes, firmadas por Subiratsjover, Marta García Carreras, Fanny Vinent Sintes, Gori Angelats Rodríguez, Tonia Vidal Carreras, Ana Munté Guardiola, Concha Mateos Terren, Marga Pons Carreras, Mariola Sintes Vinent, Joana Quintana Seguí, Beatriz Pons Guardia y Otto Esperón.
Un grupo muy heterogéneo, con niveles diferentes de experiencia y algunos componentes que exponen por primera vez en una galería. Diversidad que da un valor añadido a la exposición por reunir diferentes voces en torno a temas concretos. Explica Malaise que, más allá de los conocimientos técnicos que comparte con ellos, su principal objetivo es «empujarles a que sean auténticos en lo que pintan. Que aprendan a crear obras propias, que no sean copias, que no reproduzcan cosas ya he hechas, sino que busquen realmente aquello que les mueve». Sobre Atica, la pintora añade que por la filosofía que impulsa el proyecto y la forma de gestionarlo, «ahora es uno de los espacios más auténticos que hay en la Isla».