No cabe duda de que fuera de las galerías tradicionales y los espacios culturales expositivos también hay vida para las representaciones artísticas. Iniciativas como PaseArte, en Fornells, que ayer clausuró su segunda edición, nos recuerdan que las obras habitan muy bien en entornos arquitectónicos como el del Castell de Sant Antoni o Cas Contramestre, por los que este fin de semana han paseado un buen número de visitantes.
Tras un debut prometedor, el evento regresó este año con algunas novedades. Aumentó el número de espacios expositivos y pasó de uno a dos días de exhibición. Fiel a su filosofía inicial, PaseArte se convirtió de nuevo en refugio del artista local, aunque este año con un enfoque un tanto diferente. La organización ha querido en esta ocasión que las firmas más reconocidas convivan con los nuevos talentos emergentes.
Así, el visitante podía toparse en el Castell de Sant Antoni con una pintora de larga trayectoria como Zulema Bagur, quien defiende la «necesidad» de que en Menorca haya este tipo de eventos, que «amplían» el rango del alcance del arte y permiten además «tener un feedback muy importante con el público».
Frente a la experiencia de Bagur, en la zona exterior de ese entorno, se pronuncia la voz de la juventud. Clàudia Garcia Pons, que esta semana inaugurará su primera individual en la Sala Sant Antoni de Maó, se siente afortunada por haber disfrutado de «una gran oportunidad» justo después de acabar la carrera.Más aún en un entorno «que concuerda muy bien» con las esculturas elegidas para la ocasión.
Los artistas encantados de la vida, y los visitantes también. La jornada del sábado, vespertina, fue mucho más concurrida, pero la matutina de ayer, pese al día de playa y las altas temperaturas, aguantó el tirón. Amelia Varela, turista gallega, llegó a Fornells sin tener noticias de la exposición colectiva, que resultó ser una «grata sorpresa» en su paseo por una localidad a la que llegaron por la recomendación de unos amigos.
La sensación general es que el evento, que tras celebrarse en 2024 en septiembre este año se ha adelantado a finales de junio, ha dado un salto importante. Así lo entiende Maties Sansaloni, que ha participado en las dos ediciones. «El nivel ha subido», reconoce el artista, quien considera que «la puesta en escena ayuda mucho a potenciar la obra», ya que «el entorno siempre suma». Un compañero de cartel, Pablo Melenas, en la misma línea, añade que «siempre está bien que la gente pueda contextualizar las obras en otros espacios diferentes; a veces es difícil, pero siempre es interesante» reconoce para a renglón seguido reivindicar más proyectos con el espíritu de PaseArte.
En un panorama en el que el arte cotiza al alza en Menorca en las últimas temporadas, Sansaloni considera que las nuevas galerías están orientadas «de cara a un arte elitista y a veces los locales quedan un poco huérfanos» por lo que sostiene que «iniciativas como esta están muy bien». Al final, es una «cuestión de visibilidad» opina el pintor David Monrós justo después de explicar a una espectadora una de sus obras marcadas por el concepto de la calma. Un formato perfecto para compartir con el público, pero también «para hacer comunidad», añade, con el resto de artistas participantes, cerca de una veintena.
El modelo funciona y el marco encaja perfectamente. «El entorno es fantástico», reconoce Kiku Poch, «cada espacio tiene su magia, pero siempre al lado del mar», un medio muy presente siempre en la obra del autor, que tras instalarse el año pasado en el Castell este año ha exhibido sus obras en Cas Contramestre.
El evento, promovido por Ànima de Marés by Fornells Bay, con el apoyo del Ayuntamiento des Mercadal, FarHub Menorca, la Galería Retxa y Ports IB, cerró ayer por la tarde sus puertas con una buena noticia: los organizadores ya han decidido que habrá continuidad y el verano que viene se celebrará la tercera edición.
Bona feina!!!!!!