El arte volvió a brillar un verano más en el puerto de Maó. Y lo hizo gracias al programa Vespres d’Art, que, organizado por el Ayuntamiento, celebró ayer una nueva edición. Desde que comenzaba a caer el sol, a las 7 de la tarde, hasta pasada la medianoche, el Moll de Llevant, desde Ses Voltes hasta la Cuesta Corea, se llenó de un gran abanico de propuestas artísticas.
La edición de este año ha servido para confirmar la consolidación de un formato que no ha dejado de crecer desde que se estrenara. Tras arrancar con apenas una veintena de firmas, este 2025 se ha lo grado el récord de participación, con 61 artistas inscritos. Todos ellos aportaron su sello personal a una galería al aire libre repleta de colores, formas, texturas y estilos para todos los gustos.
En Vespres d’Art convivieron reconocidas firmas del panorama artístico insular con otras menos populares. Hay que recordar que se trata de un programa en el que los participantes no exponen simplemente sus obras, ya que el espíritu de la actividad pasa porque el público pueda disfrutar del proceso de su gestación en directo.
La de anoche fue una edición protagonizada principalmente por la pintura y la escultura, aunque también cabe destacar la notable presencia del bodypainting, con hasta cinco participantes que exhibieron esa técnica. Cabe destacar la presencia en el puerto de Maó de Elsa Pons Villalonga, autora de la imagen del cartel de las fiestas de Gràcia de este año, así como de Enric Servera, ganador del reciente Premi Ciutat de Maó de pintura, y la asociación Párkinson Menorca que debutó en el evento con su proyecto «Las líneas del Párkinson».
Se agradece que organicen actividades en el puerto, la noche de arte atrajo a muchas personas y familias, menorquines y turistas, daba gusto ver el puerto tan vivo. Lástima que de fondo se escuchara música(y letras) estridente y muy poco adecuada para el ambiente relajado del puerto de Mahón; en mi opinión todo un desacierto.