La marea azul también llegó ayer a Menorca, el PP obtuvo 15.307 votos en las elecciones al Consell, 4.753 votos más que el PSOE, que obtuvo cuatro escaños frente a los seis del PP.
Los populares, con Dolfo Vilafranca al frente, tienen la mayoría pero solo podrán gobernar si pactan el apoyo de Vox, confirmando así un giro a la derecha en la primera institución insular. La lucha electoral fue encarnizada, a la una de la madrugada el PP consolidaba su sexto conseller pero el cambio de mayorías no estaba asegurado ya que todo dependía de un escaño, por el que peleaban Unidas Podemos y Vox. Finalmente la balanza se inclinó para la fuerza de ultraderecha, lo que abre la posibilidad a un pacto que cambie el signo político del gobierno insular ocho años después de que el PP fuera desplazado a la oposición por el tripartito de izquierdas en 2015.
Menorca había sido hasta ahora la isla que se resistía a la entrada de Vox en las instituciones, pero ayer el vuelco a la derecha del electorado balear dio entrada al partido de Abascal en el Consell insular. Contra el pronóstico de los sondeos, Maite de Medrano de Olives será consellera los próximos cuatro años.
El voto oculto de Vox
Las encuestas dejaban ver ese aumento de Vox pero sin que llegara a ese 7 por ciento de los votos emitidos necesario para obtener escaño en la institución menorquina. Sin embargo las urnas revelaron el voto oculto de Vox, que no se manifiesta en los estudios demoscópicos, y que convirtió al partido que en las Islas lidera Jorge Campos en la fuerza que tiene la llave del Parlament y el Consell.
Esta es sin duda una de las claves de los resultados del 28-M en el Consell. Otra es que Vilafranca es un líder que surgió de una crisis interna del partido, tras las discrepancias con las juntas locales y la renuncia de Misericordia Sugrañes a liderar la candidatura -regresa al Parlament como diputada autonómica-, y que, tras ser aupado en enero al número uno de la lista al Consell, ahora acaricia la presidencia.
El PP llevaba muchos años -desde que en 2015 cayó a 5 escaños y perdió la mayoría absoluta que en 2011 había logrado Santiago Tadeo-, con la frustación de vencer en número de votos pero quedarse en la oposición al lograr acuerdos los partidos de izquierdas y conformar mayorías de gobierno. Ayer exultantes sus candidatos celebraban la victoria, y a partir de hoy deberán buscar a Vox para gobernar.
Anoche la número uno de Vox, Maite de Medrano, cuando ya el escrutinio le daba la certeza de tener escaño, declaró que «queremos ese cambio en Menorca de verdad», un cambio, dijo, «de modelo y de forma de hacer política, Vox quiere ese cambio real y la gran noticia es que hay posibilidades de llevarlo a cabo». De Medrano, que hasta ahora era afiliada y ahora se estrena en la primera línea de la política activa se mostraba contenta, «es un honor y una responsabilidad».
El PSOE resistió
A Susana Mora el resultado electoral le arrebata la opción de iniciar un tercer mandato al frente del Consell, se evaporó el sueño de emular a Joana Barceló, otra mujer socialista que fue presidenta durante nueve años, de 1999 a septiembre de 2008. Pero no sucedió porque los socialistas perdieran votos respecto a 2019 sino porque lo hicieron sus socios. El PSOE obtuvo ayer 10.554 sufragios, un 27,15 de los votos, cuando en los últimos comicios fueron 10.410 votos, un 26,68 por ciento.
El descalabro de Unidas Podemos, que se queda fuera de la futura Corporación, y el descenso de Més per Menorca, que pasa de tres a dos consellers y pierde 181 votos respecto a 2019, están detrás del cambio de signo político en el Consell. Los peores resultados de estos dos partidos, y la desaparición de Ciudadanos, cuyos votos habría aglutinado el Partido Popular, explican la nueva composición en la Corporación.
Ciudadanos se queda sin su único conseller, puesto al que volvía a aspirar Eugenio Ayuso. La llamada al voto útil del PP surtió efecto. Los populares han fagocitado a la opción liberal naranja. El nuevo Consell estará formado por los seis consellers del PP, cuatro del PSOE, dos de Més per Menorca y uno de Vox.
Al límite
La diferencia entre una mayoría de izquierdas o una de derechas está en 32 votos, los que separaron la opción de Vox, que obtuvo 2.420 sufragios, de la de Unidas Podemos que lideraba Nati Benejam, que recogió 2.388 papeletas y se quedó sin escaño. Los resultados del Consell fueron los últimos en conocerse, el escrutinio avanzaba lento y en una tensa pugna entre ambos bloques políticos.