El tono festivo de Sant Joan ha quedado por unos instantes amargamente en un segundo plano cuando en la madrugada del lunes al martes dos Policías Nacionales de la Unidad de Prevención y Respuesta han sido violentamente agredidos por un grupo de personas que han forzado y roto el mobiliario instalado en Es Pla con motivo de los juegos. Otros cuatro agentes también han tenido que ser atendidos por heridas leves.
Las autoridades locales han recibido un aviso de la infracción que ha movilizado a los efectivos de la Policía Nacional que estaban destinados a la zona de bares de Es Pla, una de las más concurridas de las fiestas. Cuando han intentado frenar los destrozos, según explica el subinspector de la Policía Local de Ciutadella, Francesc Palliser, los policías se han visto sorprendidos por la reacción de parte de la gente que los rodeaba que se han unido a la agresión golpeando a los agentes con las propias sillas y botellas. Se contabilizaron unas 500 personas en el tumulto.
Uno de los agentes ha sufrido fracturas en varias costillas, además de contusiones, mientras que el otro presenta un parte de policontusiones que lo ha dejado desorientado. Ambos han sido ingresados en la Clínica Menorca donde uno permanece ingresado mientras que el otro ya ha sido dado de alta. La reyerta, además, ha contado con otros cuatro agentes heridos leves.
Sin detenciones
Palliser admite que "no deja de ser un hecho aislado de las fiestas muy difícil de prever por la gran cantidad de personas que se han desplazado hasta Ciutadella con motivo de Sant Joan" aunque lamenta "la reacción agresiva de parte de la gente cuando ha visto actuar a la Policía Nacional que ha optado por agredirlos".
La gran cantidad de personas que había en el lugar ha servido a los autores de las agresiones para poder escapar sin poder ser detenidos ya que una vez que los agredidos se han visto completamente desbordados han solicitado ayuda a todas las unidades disponibles en Ciutadella que se han encargado de fijar un perímetro de seguridad alrededor de los heridos para que pudieran ser trasladados al centro sanitario.
Un total de 22 efectivos de la sección UPR de las Illes Balears con base en Palma se han desplazado hasta Ciutadella para reforzar la seguridad durante las fiestas. En el momento de la agresión había 12 de ellos de servicio.
Tras la multitudinaria pelea se ha mantenido el dispositivo de seguridad en la zona hasta las 8 de la mañana cuando los bares han cerrado y han llegado efectivos del servicio municipal del Ayuntamiento para reparar los daños para que los actos de esta mañana se hayan podido desarrollar sin contratiempos.