Los efectos químicos y bioquímicos sobre la flora y fauna marina de los lodos que Autoridad Portuaria de Balears (APB) extrae estos días del Cós Nou y deposita posteriormente entre la Isla Plana y el Lazareto son "insignificantes" y por tanto, los fangos "pueden ser vertidos libremente al mar". Esta es la conclusión del estudio encargado por APB a una empresa independiente que ha analizado los materiales del fondo portuario mahonés con el fin de eliminar aproximadamente 5.000 metros cúbicos de lodos acumulados en torno al Cós Nou y restituir así el calado primigenio.
El estudio sigue las recomendaciones y parámetros marcados por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) del Ministerio de Fomento para la correcta gestión de los materiales dragados, según informaron ayer fuentes del ente gestor del puerto de Maó, en respuesta a las voces que advierten sobre la existencia de una alta concentración de metales pesados en los lodos del puerto. Dicho estudio fue llevado a cabo en mayo de 2008 y es el mismo en el que Autoridad Portuaria se apoyará para ejecutar las obras de dragado del puerto de Maó previstas para este año y que contemplan la extracción de aproximadamente 250.000 metros cúbicos de tierra.
APB está a la espera de los permisos necesarios de otras administraciones, incluido un informe de impacto ambiental, para el inicio de esta actuación de envergadura, cuyo presupuesto será de 1,8 millones de euros. El estudio contiene hasta 26 muestreos de la zona del puerto a dragar entre Illa Plana y el Cós Nou y concluye que la concentración de contaminantes en el fondo marino de la rada mahonesa se encuadra dentro de la categoría I de las tres establecidas por el CEDEX en función de los niveles de residuos y la normativa internacional existente en la materia.
El inventariado y caracterización del material dragado analiza la posible existencia de metales pesados (cadmio, mercurio, arsénico, cromo, cobre, plomo, níquel y zinc), de hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH's) y bifenilos policlorados (PCB's). Así, a la categoría I, en la que según el estudio se encuadran los lodos del puerto de Maó, pertenecen aquellos materiales procedentes del dragado cuyos efectos químicos y/bioquímicos sobre la fauna y flora marinas "son nulos o insignificantes". Estos materiales "pueden verterse al mar considerando sólo los efectos mecánicos".
Análisis
A la categoría II establecida por el CEDEX pertenecen los materiales dragados con concentraciones moderadas de contaminantes que se podrán verter al mar de forma controlada. Finalmente, a la categoría III pertenecen los materiales extraídos con concentraciones más elevadas de contaminantes, en cuyo caso deberán ser aislados en aguas marinas o sometidos a tratamientos de aislamiento adecuados.
No obstante, APB aún no ha hecho público el resultado de los análisis efectuados al fondo marino del puerto el pasado mes de mayo porque el estudio forma parte de la tramitación de los permisos necesarios para el dragado del puerto y, por tanto, según el ente gestor, sólo dará a conocer los datos cuando logre las autorizaciones necesarias para el inicio de las obras.