M.P.F. Maó
La iglesia de Santa María de Maó acogió ayer la celebración litúrgica del Viernes de Dolores, la eucaristía de la Cofradía del Santo Sepulcro, la Confraternidad de San Cornelio Centurión y la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores "La Soledad", presidida por el obispo administrador apostólico, Salvador Giménez.
La imagen de La Soledad, que este año celebra su centenario, se encontraba presidiendo desde el altar toda la ceremonia religiosa y, a sus pies, el Cristo del Santo Sepulcro custodiado por dos centuriones.
Salvador Giménez recordó en la homilía las palabras del hermano mayor de la Cofradía de La Soledad, José Maria Ulldemolins, que decían que todos los actos que realicemos a lo largo de nuestra vida deben estar encaminados a propagar el Evangelio. "Ésta es nuestra misión, la misión de quienes seguimos los pasos de Jesús "y añadió que "tenemos que ser coherentes con la vivencia cristiana, con todo aquello que nos ha predicado Jesús". Añadió que "debemos mirar a la Virgen para que nos ayude a conocer y a transmitir el mensaje que su Hijo nos dejó".
Además de realizar unas plegarias en memoria de los cofrades fallecidos, la celebración litúrgica sirvió para conmemorar el primer centenario de la fundación de la Cofradía de La Soledad. El hermano mayor, junto a los demás miembros de la Junta, dirigió unas palabras a la Virgen de los Dolores, ofreciéndole un rosario de gran valor "que simboliza que para acercarse a ti tan sólo hay que mirar al cielo y rezar el rosario". Ulldemolins, quien se mostró muy emocionado en todo momento por el reconocimiento que centenares de cofrades le ofrecían a la Virgen, aseguró que "no dudes que cuando nos llegue la llamada te abrazaremos y te amaremos como hemos hecho a lo largo de la vida con nuestras madres".
Giménez Valls apuntó que este regalo procede de muchísimos cofrades devotos que han querido materializar sus deseos. "Este rosario nos ayudará a que todos podamos dirigirnos a la Virgen". Durante la celebración se obsequió a los asistentes con una estampa de la Virgen.