Ll.A.C. Ciutadella
Después de ocho meses como administrador apostólico de la Diócesis de Menorca, monseñor Salvador Giménez Valls ha sido nombrado obispo de la Isla. La Nunciatura Apostólica de España hizo público ayer el nombramiento, ordenado directamente desde El Vaticano por el Papa Benedicto XVI.
De esta manera Giménez Valls dejará de ser obispo auxiliar de Valencia, cargo que ocupaba desde 2005, para dedicarse de pleno a guiar a los creyentes de Menorca. La designación fue comunicada a la vez a la Archidiócesis de Valencia y a la Diócesis de Menorca, dada la duplicidad de cargos que hasta ahora desempeñaba Giménez Valls. En Menorca, el encargado de dar a conocer la noticia fue el vicario general Rafel Portella, quien la comunicó al mediodía, justo en el momento en que las campanas de diversas parroquias de Ciutadella empezaron a repicar para difundir la noticia.
Pronto corrió de boca en boca por la calle la pregunta: "¿Tenemos nuevo obispo?". La respuesta era un sí, tras ocho meses de espera. Desde que en septiembre del pasado año monseñor Joan Piris Frígola tomó posesión como obispo de Lleida, Menorca quedó en sede vacante, y entonces se designó a Giménez Valls como administrador apostólico mientras se estudiaba el nombramiento de un nuevo obispo. La experiencia de estos ocho meses en Menorca han servido para que la Nunciatura Apostólica haya visto en monseñor el perfil ideal para ser obispo de Menorca.
El obispo electo atenderá hoy a los medios de comunicación, pero ayer envió una carta de agradecimiento desde Valencia, ciudad en la que se hallaba. En esta misiva, Salvador Giménez Valls explica que "quiero mostrar mi gratitud a todos los menorquines. Durante ocho meses, aunque con intermitencias, he vivido con vosotros y he conocido mucha gente. Gracias por vuestra acogida y vuestras oraciones. Quiero dejar constancia de la amabilidad en el trato que me han dispensado las autoridades de la Isla".
Salvador Giménez Valls, de 60 años, tomará posesión de su nuevo cargo el 11 de julio, coincidiendo con la festividad de San Benito, patrón de Europa. Hasta entonces, Giménez Valls será obispo electo, pues ha sido designado para el cargo pero aún no ha tomado posesión del mismo.
Desde ahora el obispo se ofrece "para colaborar con todos y solicito la colaboración de todos para esta misión que el Señor me ha encomendado. Pongo en manos de nuestra patrona, la Mare de Déu del Toro, mi ministerio episcopal. Para todos vosotros pido su intercesión".
Giménez Valls ocupará de este modo la vacante que dejó en su día monseñor Joan Piris Frígola, quien fue obispo de Menorca desde 2001 hasta 2008.
Giménez Valls, un valenciano que sustituye a otro valenciano
Salvador Giménez Valls sustituye en el cargo a Joan Piris Frígola, quien en septiembre del año pasado fue trasladado como titular de la Diócesis de Lleida. Piris era el pastor de la Diócesis menorquina desde abril de 2001, cuando a su vez sustituyó a Francesc Ciuraneta. Piris, valenciano de origen, cederá así su puesto a otro valenciano, monseñor Salvador Giménez Valls.
Joan Piris desempeñó las tareas de obispo durante siete años, demostrando ser un gran conocedor de la realidad menorquina, especialmente interesado por el mundo de la comunicación. Tanto es así que actualmente ocupa la presidencia de la Comisión de Medios de Comunicación de la CEE.