I.R.A. Maó
Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona, Josep Olives Puig (66) es actualmente el catedrático de Humanidades en la Universitat Internacional de Catalunya.
Desde que en 1968 se licenció en la especialidad de Historia y Geografía, la suya viene siendo una existencia ligada a los ámbitos de formación y docencia.
Redondeó su etapa formativa en París, donde durante tres cursos consecutivos y en este orden, profundizó sus estudios en Ciencias Sociales y consiguió dos másters, en Sociología y Urbanismo, mejorando la base para conquistar su doctorado. Ha sido profesor en la Universidad Pompeu Fabra, en la Ramon Llull, en la Autónoma de Barcelona y antes aun, en la Central. Su particular vía crucis de alta escuela le llevó además durante un año a la Universidad de Nueva York como profesor visitante.
Josep Olives tiene sus raíces familiares en Menorca, en el sitio de Biniparrell, donde en tiempos del Concilio de Trento, siglo XVI, vivían allí sus antepasados. Una bisabuela, Quica Orfila, era también de Sant Lluís, nacida en la torre de Binifadet. Su marido el bisabuelo, Francisco Olives Pons, el último payés del linaje, vendió su estancia de la Font d'en Simó al doctor Mir de Maó por 300 duros de plata, al ver que sus hijos no sentían inclinación al trabajo en el campo. Y así fue como el abuelo, Gabriel Olives Orfila, sería el primero de la familia en salir de la isla y establecerse en Barcelona. Hoy día, en el camino inverso, el catedrático opta todos los veranos por Menorca.
Olives Puig, catedrático de Antropología e Historia del Pensamiento, es autor de estudios sobre distintos temas de humanidades y urbanística, entre ellos el que ha denominado "antropología viaria". Pero sobre todo es conocido por la obra "La ciudad cautiva: ensayos de teoría sociopolítica fundamental", que editó Siruela en 2006 y donde irrumpe con propuestas y reflexiones filosóficas sobre la forma arquetípica de la ciudad y los contenidos simbólicos que se hallan implícitos en ella. Restituye, además las ideas básicas de lo que él denomina el pensamiento sociopolítico "clásico-tradicional".
De su paso y devoción por la época hippy quedan aún interesantes huellas en su pensamiento que trata de hacer compatibles las tradiciones, religión y ritos más nuestros con aquellas enseñanzas orientales que abren también caminos al espíritu. Olives trata de encajar su existencia en líneas y actitudes filosóficas del humanismo más renacentista.
Usted es un hijo de su época. Licenciarse y trasladarse a París?
Siempre he estudiado mucho. Y en París aproveché para formarme? en Sociología
Sociología práctica, sería, recién transcurrido el 68?
Idiológica y práctica. Aquí estábamos en plena etapa franquista. Pasé casi dos años en el Castillo de Ciutat, junto a la Seo d'Urgell, terminando una mili que fue larga y accidentada por causa de haberme encontrado participando en el movimiento estudiantil en torno a la creación del Sindicato Democrático de Estudiantes. Luego fui a París. Allí continuaron mis estudios sobre la ciudad, ya previamente iniciados con un trabajo de investigación sobre el cambio demográfico y urbanístico en el casco antiguo de Barcelona.
¿Interesa mucho este asunto? ¿Suscita competencia como tema de investigación?
Bueno, la urbanística es un asunto muy amplio. La parte más convencional se aborda desde el urbanismo, pero la ciudad entronca también con otros temas de gran calado. Por ejemplo, de la ciudad, que en la antigüedad griega se llama polis, arranca toda la teoría política. Por eso, mi obra, "La ciudad cautiva", se refiere principalmente a eso que yo he llamado "ensayos de teoría sociopolítica fundamental", aportando conocimientos básicos sobre el ser humano, la comunidad y el cosmos.
Hemos llegado a su terreno?
La filosofía clásica, la de Platón, la tradición cristiana, también, considera que la ciudad más importante es la persona humana. El hombre, desde tal punto de vista, es considerado una pequeña y hermosa ciudad.
¿Usted suscribe que el hombre es comparable a una ciudad?
Lo suscribo, siguiendo a los filósofos antiguos, y lo practico como materia de enseñanza, porque ayudar a la gente a pensar y vivir bien es algo comparable a una buena acción política, o a una acción de ordenación del territorio, donde se intenta poner cada cosa en el lugar que le corresponde, y establecer entre las distintas partes una fluida comunicación, y una jerarquía. Este tipo de ordenación comienza en el ser humano aprendiendo a estar tranquilo, evitando la ansiedad, conectando con los estados de paz y de felicidad, cultivando la salud propia y la de quienes tenemos a nuestro cargo?
¿Se refiere a la salud interior?
Sí, a la salud en sentido global, que es a la vez física, emocional, mental y espiritual.
¿Cuál sería, en síntesis, la tesis de su obra?
"La ciudad cautiva" es una idea tomada de Séneca: urbs capta, como metáfora de la condición humana degradada. En esa "ciudad cautiva" la gente nos sentimos poco valorados, maltratados, malpagados, constreñidos, como prisioneros carentes de libertad. Eso ocurre cuando nos obsesionamos y empezamos a verlo todo negativo. Generamos sin quererlo formas de pensamiento incompletas que nos amargan la vida y nos crean la sensación de ser esclavos, oprimidos. Séneca, entre otros filósofos de la antigüedad, nos propone salir de esa "ciudad cautiva" y recuperar la libertad desarrollando un pensamiento saludable. Comienza potenciando lo que el llama "la memoria de los beneficios", que es todas aquellas cosas buenas que desde siempre nos están siendo dadas, y gracias a las cuales hasta hoy estamos en vida. En realidad todo lo más importante que tenemos nos ha sido dado. Por ello la actitud humana más justa y natural es la gratitud, el agradecimiento.
Pensamientos positivos era la particular receta que prescribía el supercentenario y durante un tiempo el más anciano del mundo conocido, Joan Riudavets?
Está claro. El principal problema es que los pensamientos negativos son automáticos, acuden sin querer. Lo más corriente es que nos afecten y vayan aumentando al correr de los años.
¿Son reflejos?
Exacto. En cambio, el pensamiento positivo no es automático la mayoría de veces: exige cierto esfuerzo, aplicación consciente y trabajo creativo con nuestras ideas y emociones.
¿Cómo conecta esta teoría del hombre-ciudad con la forma de las ciudades?
Existe un esquema geométrico arquetípico que podemos reconocer en la forma del plano fundacional de todas las ciudades antiguas de Oriente y Occidente. Un esquema ordenador con gran valor simbólico-especulativo y de gran eficacia filosófica y transformadora. Ha sido aplicado de muchas maneras y en distintos ámbitos, que van desde el urbanismo a las prácticas rituales de meditación, pasando por las formas artísticas y las prácticas terapéuticas.
¿Qué aspecto tendría?
Es una forma conocida como "mandala", que es a la vez un plano de la ciudad, del cosmos y una representación simbólica de la ciudad. Toda ciudad tiene un centro y una periferia, que en la ciudad tradicional marcaban el templo y la muralla. Cuando se derribaron las murallas, las ciudades se desparramaron sin límite en forma de grandes aglomeraciones. Hemos perdido la idea de límite. A partir del centro se conectan y combinan entre sí los distintos puntos de la periferia. Ese movimiento se simboliza con el esquema en forma de cruz, que establece las dos calles mayores, que los romanos llamaron cardo y decumanus? Ese modelo en cruz, o "cuadrado" se aplica también a la pequeña ciudad (micrópolis) que es el ser humano, como lo muestra aquella figura tan conocida de Leonardo da Vinci donde el cuerpo aparece inscrito a la vez en un cuadrado y un círculo, indicando que el mandala se refiere ante todo a cada uno de nosotros.
¿Sus estudios y reflexiones se basan en modelos antiguos?
Sí, la ciudad es un modelo antiguo. Pero tiene valor perenne, como la mayoría de los grandes ideas, esquemas y temas filosóficos que la antigüedad nos ha legado.
¿Y ese esquema de partida es válido para todas las civilizaciones?
Es universal. Y el mandala más simple (el círculo "cuadrado") se desarrolla en el plano de la ciudad de las doce puertas, que aquí en Occidente caracteriza la Jerusalén celestial; pero lo podemos reconocer también en la trama urbana de innumerables ciudades antiguas de todo el mundo, como por ejemplo en la Ciudad Prohibida de Pekín y o el plano antiguo de Bagdad, junto al Tigris. El plano fundacional de la ciudad es universal y existe en todas las civilizaciones porque es un cosmograma, que proyecta en el solar de la tierra la estructura del cielo: los doce signos del zodíaco y la Estrella Polar. Son arquetipos, son símbolos universales del centro y el círculo cargados de profundo sentido.
¿No es un poco mágico que eso suceda?
Totalmente. Platón ya dijo que el mundo estaba hecho de ideas mágicas, que están en la conciencia de cada uno, y también en el "alma del mundo".
¿Qué asignatura imparte?
Varias. Una es Pensamiento, que fue lo que me llevó a la Universidad Internacional de Cataluña, ya que era un experimento muy interesante...La impartimos transversalmente, formando para ello un equipo de profesores... Una asignatura para aprender a pensar bien, que diseñamos ad hoc en esta universidad y hemos puesto a prueba con éxito a lo largo de once años. Ofrece una formación humanística tradicional, y a la vez muy novedosa, a los alumnos de primer año de distintas titulaciones. Otra de mis asignaturas es Historia de las Religiones, que también suple una gran carencia en este mundo "globalizado". Enseña a reconocer y comprender los arquetipos, o símbolos fundamentales, que se dan en todas las grandes tradiciones espirituales de la humanidad?
¿Qué arquetipos son esos?
El cielo, la luna, el sol, la estrella, el fuego, el incienso, las aguas, la mujer, la fecundidad, la serpiente, la agricultura, el árbol, el pan, el trigo, la sangre, el vino, las piedras preciosas, los pájaros, las semillas, las flores, la montaña, la casa, la ciudad? simbolismos que están en todas las religiones. Platonismo puro. Son símbolos universales que hablan de nuestra vida en la tierra, pero sobre todo del alma, de lo invisible, de nuestro interior.
Dadas las coincidencias, ¿la cuestión de las religiones es como un buffet libre donde cada uno escoge lo que quiere?
No es así. Nosotros, más allá de nuestra identidad confesional, somos cristianos. Lo llevamos en los genes, grabado en las células. Con independencia de que uno sea o no creyente. Podemos hoy aprender de maestros de todas las tradiciones, profundizar en los contenidos de distintas religiones: el budismo, las tradiciones taoístas y confucianas, el hinduísmo, el judaismo, el islam, las tradiciones chamánicas de América, África y Asia? Uno puede estudiar, escuchar otros razonamientos, hacer prácticas? pero en tus genes eres cristiano y todo progreso espiritual, sea por el camino que sea, implica una continua "vuelta a casa", una necesidad de traducir lo que se va comprendiendo al lenguaje primero que nos fue enseñado, que llena nuestros templos, nuestros museos, nuestra literatura, nuestra historia... Además del cristianismo, claro está, también heredamos la tradición greco-romana, que forma el substrato.
¿Lo que le interesa es la diversidad en los aspectos espirituales?
Me interesa el espíritu, no la diversidad, pero lo que es cierto es que en el momento actual, en un mundo globalizado, podemos conocer y aprender mucho más que hace 400 años. Pero aquí somos hijos de la civilización cristiana. En cada pueblo tenemos una iglesia y un campanario, unos símbolos, mitos, ritos, que siguen marcando toda nuestra civilización, impregnando la historia y el paisaje, el calendario, las tradiciones y fiestas, la gastronomía, los nombres de cosas y lugares? uno puede dejar de ser creyente, pero no puede dejar de ser culturalmente cristiano. A partir de aquí, conocer las formas de otras religiones puede resulta enriquecedor, aunque también puede confundir.
¿Medita a diario?
Ya lo creo.
¿Diría que es una práctica en desuso?
Lo que diría es que es fundamental meditar.
¿Qué recomienda?
En primer lugar, encontrar tiempo.
¿Saber parar?
Justo. Hay que saber parar... Las prácticas de meditación se pueden enseñar y aprender. Venimos ofreciendo este tipo de enseñanza desde hace años en los veranos de Menorca, en escapadas y fines de semana a los Pirineos, en tiempo de ocio. Se practica tanto sentado como de pie o en movimiento. El Chikung, el arte de la energía, se hace de pie, en la posición vertical, que es la más natural de todas en el ser humano despierto... relajarse y no entretenerse en pensamientos que preocupan y ponen enfermo... Se puede aprender a calmar la mente y normalizar las emociones a través de la consciencia y la relajación del cuerpo. A reconocer y cultivar los estados de paz y tranquilidad. A curar nuestras enfermedades psíquicas y somáticas. A ir poniendo todo en su debido lugar. La meditación es una manera de arreglar y ordenar el pensamiento, conectando a diario con la felicidad, nuestro ser verdadero.
Bien común es la frase "el tiempo pone a cada uno en su sitio"
Así es. En la vida hay un trabajo que hacer y cada uno ha de averiguar a qué ha venido. Hacerse preguntas es la manera de conocerse mejor e ir mejorando. Las prácticas corporales y filosóficas sirven para desarrollar la verdadera personalidad, tal como Platón lo indica al recomendar a los dirigentes la "gimnasia" y la "música".
De regreso a sus estudios y teorías, ¿alguna de las conclusiones a las que ha llegado tiene aplicación en Menorca? ¿Debían ajustarse los poblados talayóticos a esas premisas de ciudad-esquema?
En mi libro La Ciudad Cautiva menciono la leyenda menorquina de la ciudad de Parella, también llamada Paradella, término de origen fenicio y centroasiático (Paradesha) que alude a lo que en el medioevo se llamó la Ciudad de Paraíso, un simbolismo del alma humana, misteriosa, perdida y luego recuperada.
Una Atlántida entre Mallorca y Menorca?
Son leyendas muy bonitas que explican procesos interiores del ser humano. Lo aluden con el simbolismo, que debe ser interpretado y reconocido.
¿No ha podido verificar si sus esquemas calzan bien en las antiguas civilizaciones que hubo en la isla?
Los restos prehistóricos son en este caso insuficientes. Los poblados talayóticos, tan llenos de piedras, tienen tramas de difícil lectura. Margaret Murray y Waldemar Fenn, en trabajos ya viejos y algo complicados, aportaron algunos indicios sobre el contenido cosmológico de algunos asentamientos. Llaman la atención las taulas rodeadas de su perímetro, que presentan obvia analogía con los esquemas geométricos relacionadas con la forma "mandálica" de la ciudad antigua y de los centros sagrados en general.
La taula?
La taula en este caso representa, por su centralidad y verticalidad, el Axis Mundi. En ella, la piedra superior, evocando la clave de bóveda, simboliza el cielo (o la Estrella Polar) y el pilar evoca la tierra por su forma cuadrada y por estar bien plantado en el suelo, conectando simbólicamente con el "inframundo". Este simbolismo, al menos, está claramente expresado por la forma misma. Pero carecemos de fuentes escritas sobre el contexto cultural, mítico y ritual de estos yacimientos, que Ramis y Ramis, con más razón de la que hoy generalmente se le otorga, llamó "célticos".
Aún hay quien busca teorías sobre la taula. ¿La suya es más consistente?
Desde el punto de vista del simbolismo tradicional la significación es obvia, aunque encierra misterio. Es más, los símbolos nos ponen siempre en contacto directo con el misterio, y aquí está su gracia. Otra cosa independiente es lo que piensen unos u otros de estos vestigios antiguos.
¿También con independencia del grado de desarrollo que alcanzara una civilización?
Es que en este caso es muy difícil de precisar, porque hay civilizaciones, como la talayótica, de la que sólo quedan piedras. No sabemos nada de la vida espiritual de sus pobladores. Lo que sí sabemos es que las ciudades antiguas eran de origen sagrado y se correspondían con una visión mágico-religiosa del mundo, con una mentalidad mítico-ritual, distinta de la visión de los "pueblos con historia", cuyos conocimientos conocemos también por sus escritos. Para el hombre arcaico el mundo está impregnado de poderes sobrenaturales. Los moradores de la Menorca talayótica tenían obviamente una concepción del mundo muy distinta de la que hoy es corriente entre los estudiosos. Los arqueólogos, por lo general, tienden a proyectar esquemas materialistas modernos sobre los vestigios de culturas antiguas que, según es sabido priorizaban mucho más lo religioso, la iniciación a los misterios, los oráculos, las visiones, el mundo de los sueños y, sin despreciar lo material, vivían la cultura en un plano mucho más onírico. De los planos de los poblados talayóticos, hasta donde se puede entrever, sacamos la impresión de que siguen esquemas de forma circular y espiral, formas acaracoladas, uterinas, orgánicas... Tenían cámaras subterráneas, dolménicas, que universalmente han sido asociadas a funciones y ritos iniciáticos. En dicho contexto tradicional también son preponderantes las cuevas, auténtico símbolo fundamental de la isla de Menorca, junto con el monte-toro, el mar, la roca, la insularidad. La cueva universalmente es símbolo de la matriz, de la Magna Mater, y es a la vez un lugar para la muerte (enterrramiento, sepulcro) y el renacimiento (iniciación, resurrección).
¿Hacia dónde dirige ahora sus estudios e investigaciones?
Hacia acabar un breve tratado de antropología social y política fundamental, en el que se enseñan los grandes asuntos concernientes a la persona humana, en los aspectos individuales tanto como comunitarios, abriéndolos a la dimensión espiritual. Remito a los clásicos. No pretendo inventar nada. Sólo recuperar el pensamiento ancestral de Oriente y Occidente que es la gran novedad para el hombre de hoy. Aporto paralelismos con el saber de otras civilizaciones. En particular, ahora me interesa especialmente utilizar y divulgar formas curativas y formativas de de lo que podríamos llamar "gimnasia sagrada" equivalentes a las que practicaran Platón o Pitágoras. Hoy las podemos reconocer y aprender con ayuda de los métodos y técnicas, que son estos "yogas en movimiento", o "artes marciales y a la vez meditativas" como el Chi kung, el Tai Chi Chuan y el Kung-Fu, aprendidos de escuelas tradicionales de la China profunda que han llegado hasta hoy, y que a menudo sólo se conocen en versiones vulgarizadas a través del cine y los medios de comunicación.
¿Lleva tiempo con eso?
Treinta y dos años.
¿Era un poco hippy?
Totalmente. El movimiento hippy fue fantástico. Vulgaridades y tonterías aparte, el hippismo sirvió para poner a intelectuales y artistas de Occidente (americanos y europeos) en contacto con las tradiciones sagradas de Oriente y también con las tradiciones sapienciales de pueblos primitivos como los indios de América.
No hay nada ahora que se le parezca?
Nada, aquello fue como una explosión, que incluso siendo un movimiento minoritario, sirvió para cambiar los esquemas de mucha gente.
Le interesa todo, veo?
Religiones y tradiciones sagradas? Lo que más he estudiado son simbolismos, mitos y ritos. La esencia de las religiones. Las historias sagradas, como también la mitología griega o la india, o las rondalles, hablan de la aventura humana, la vida espiritual. El folklore también me ha enseñado mucho.
¿El folklore menorquín?
Además de venerar la obra y la figura de Francesc d'Albranca (el ilustrísimo Dr. Camps de Es Migjorn), mi mujer y yo, hemos aprendido, practicado y enseñado los bailes, con castañuelas (jota, fandango y bolero), guitarra con afinación ciudadelana, el guitarrico, el cante. Empezamos con Pilar Pons y el grupo de Sant Lluis, nuestro pueblo ancestral y luego aprendimos sobre todo con Llorenç Taltavull, su familia y el grupo Tramontana de Ciutadella, que con tanta amabilidad nos ha acogido durante años. Partiendo del baile menorquín, en Cardedeu fundamos el grupo "Aires del Montseny" moviéndolo por las Baleares, Cataluña y el Levante valenciano y murciano, intercambiando experiencias y fiestas con grupos de estas tierras hispanas. Hicimos, desde la Agrupació Sardanista de Cardedeu, una labor de restauración de la jota en Cataluña, partiendo de los restos en el Priorato, la Terra Alta, el Baix Ebre, Vilafranca del Penedès y el mismo Vallès Oriental, donde hemos residido las últimas décadas. Muchos no saben que la jota es un baile antiguo, característico de toda España, no sólo de Aragón, Valencia o Baleares, como vulgarmente se cree... Aunque, claro está, el río Ebro, que da nombre a Iberia, fue un importante eje de difusión en el tiempo de los moros.
Los bailes también trazan geometrías
Absolutamente. Toda la geometría sagrada está en los bailes. El eje, los círculos, arriba/abajo, derecha/izquierda, hombre/mujer...el riquísimo juego de parejas de contrarios que se oponen y complementan. El ying, el yang, las simetrías, cuando una gira para un lado, el otro para el otro? Corporalmente son prácticas curativas, y también emocionalmente.
El aspecto de complementariedad en la pareja se da muy bien en las sevillanas. No le veo?
¡Ya lo creo que sí! Habíamos también aprendido a bailarlas en Barcelona, junto con danza clásica, jazz, danza contemporánea, etc? El baile es curativo, es alegría.
Tiene un sentido muy lúdico de la vida?
La vida es para jugar, pero es un juego muy serio.