Dino Gelabert-Petrus Fornells
"Salve, estrella de los mares", cantaba el coro que cada año reúne a cantantes venidos de diferentes partes de la Isla. "Salve", repetían, mientras la iglesia de Sant Antoni Abat estaba repleta de gente que rendía homenaje a los pescadores desaparecidos en la mar y a su patrona, la Mare de Déu del Carme.
La misa, que congregó a doscientas personas, aproximadamente, fue oficiada por Juan Francisco Huguet, quien en su homilía destacó la figura humana de la Virgen, así como su sencillez. Mientras, una veintena de abanicos se agitaban y despertaban, merced a sus estampados de flores, una hipnótica sensación de ver mariposas revoloteando entre los bancos de la iglesia. "La Virgen, para los pescadores, es una luz, una guía y su protectora", mientras los más ancianos del lugar, pescadores en un tiempo muy lejano, asentían.
Procesión muy concurrida
A la salida de la iglesia la calle estaba repleta de gente que quería saludar a la Mare de Déu del Carme, que iba precedida de una corona de flores que rezaba: "En record dels pescadors desapareguts a la mar". La Agrupació Musical de Ciutadella puso el toque melódico al desfile que pronto enfiló el Paseo Marítimo. A ambos lados personas de diferentes países, de diferentes nacionalidades y que innecesariamente compartían lenguaje pero unidos por una misma devoción.
Al final del recorrido, la Mare de Déu del Carme se embarcó a bordo del 'Fornells', acompañada por el alcalde de Es Mercadal, Ramon Orfila, y el resto de autoridades, y, escoltada por 'Catalina II', 'Esperanza', 'Javier' y 'Óscar', entre otras muchas embarcaciones, enfiló, entre vítores y aplausos de las personas que observaban desde el puerto, rumbo hacia la bocana, donde se depositó la corona de flores en memoria de aquellos que ya no están.
Entre un centenar de barcas, incluido algún valiente que se atrevía a seguir a la Virgen en kayak, el 'Fornells' regresó a puerto para devolver a la Mare de Déu del Carme a la iglesia, hasta el año que viene.