El equipo de gobierno del Consell se ha gastado en tan sólo seis estudios y un libro cerca de 100.000 euros, en concreto 94.140 euros, procedentes del departamento de Medio Ambiente del ejecutivo insular, según denuncia el Partido Popular. Curiosidades como las libélulas en Menorca, la migración primaveral de los paseriformes, las especies silvestres, el erizo o las variedades del tomate, entre otras, han sido las temáticas a las que se les ha dedicado tiempo y dinero. El último al que ha tenido acceso el PP ha sido el estudio de cien páginas sobre "Vigilancia y control de especies exóticas invasoras en Menorca", cuyo importe ha ascendido a 10.440 euros.
La portavoz del Partido Popular en el Consell, Juana Francis Pons, cuestionó ayer la utilidad de estos estudios medioambientales aseverando que "hay distintas maneras de gestionar el presupuesto del Consell insular en temas medioambientales". Para Pons, la posición que adopta PSM-Verds coaligados con el PSOE no es de las más útiles ni de las que mejor solucionan los problemas ambientales de los menorquines. Pons cree que la partida debería revertir y tener consecuencias directas sobre las necesidades ambientales de la Isla como es la fumigación de la lagarta peluda o los lodos del puerto de Maó.
"Cuando el PP preguntó ante el pleno sobre la fumigación, el Consell insular espetó que no era competencia suya, y yo no sé si los estudios de la libélula y los tomates son de su competencia".
A pesar de ello, Juana Francis Pons aseguró que "en ningún momento estamos cuestionando la legalidad de los estudios ni nos posicionamos en contra de la elaboración de este tipo de documentos pero sí creemos que no debería ser el Consell quien los costeara a partir de los fondos de Medio Ambiente, son actividades más propias del IME o de la Universidad". Por otra parte, la portavoz popular preguntó sobre los 600.000 euros de gastos diversos que se dedican a la Reserva de la Biosfera. "Ya formulamos una pregunta ante el último pleno y nos contestaron que se invertirían en estudios, creemos que los programas europeos deberían tener fines más prácticos".