Una vez los vecinos de la avenida Negrete habían asumido la implatación del carril-bici sobre la acera, ahora vuelven a movilizarse por una decisión municipal que consideran un despropósito en las obras de reforma del margen exterior de Sa Contramurada. Los residentes en el tramo que comprende desde el OAR hasta la calle Mallorca rechazan la decisión del Ayuntamiento de Ciutadella de instalar separadores del carril-bici sobre la acera. Se trata de unos pivotes con forma de escarabajo que popularmente reciben todo tipo de denominaciones: tortugas, 'someretes' e incluso 'abejas Mayas'.
Lo que ha consternado al vecindario es que la instalación de estos separadores no está contemplada en el proyecto, no les ha sido consultada y se ha decidido de forma unilateral. La colocación de las 'tortugas' preocupa a los vecinos porque su instalación implica ocupar unos 40 centímetros de acera de más, por lo que el espacio peatonal se verá reducido a 1,60 centímetros. Aseguran que con esta actuación "el verdadero perjudicado será el peatón, precisamente el que más circula por la acera".
Para el vecindario el principal inconveniente es la pérdida de espacio peatonal que implicará la colocación de estos separadores del carril-bici. No obstante, también aluden al negativo impacto que tendrá en la avenida la instalación de una hilera de 'tortugas' sobre la acera.
Ahora bien, el comentario generalizado es que los separadores se convertirán en un nuevo obstáculo para los peatones y residentes, con el consiguiente peligro. "Puede ser desastroso para las caídas y perjudicial para la accesibilidad de los peatones, los cochecitos y las personas mayores", afirman.
Entre los residentes se oyen opiniones que aseguran que "el arquitecto cobrará y se irá, pero el concejal responsable, los residentes y los peatones quedaremos y seremos los que sufriremos las consecuencias. Es por eso que queremos que la acera quede bien para no tener que lamentar problemas futuros".
Hay voces que señalan que los separadores del carril-bici "no son necesarios porque se está instalando un tipo de baldosa rugosa para las personas invidentes, que ya actúa de límite entre la acera peatonal y el carril para bicicletas".
Los vecinos están dispuestos a ir a por todas para que el Ayuntamiento finalmente no instale las 'tortugas'. Ha costado tiempo a los residentes hacerse a la idea de que el carril-bici se incorporará sobre la acera, con un sentido de circulación a cada lado de los árboles. "Lo habíamos asumido porque el día que haya suficientes aparcamientos próximos, se podrá eliminar la línea de aparcamientos y el carril-bici podrá desplazarse a la calzada por lo que el tramo de la avenida Negrete podrá recuperar para los peatones la amplitud de acera que será de más de 5 metros de ancho". No obstante, la instalación de los separadores ha vuelto a revolucionar a los vecinos del tramo de sa Contramurada que se consideran los más perjudicados por el proyecto de reforma.