¿Qué hay en el corazón de una madre que procesiona con su hijo en brazos ?¿En el de la clavariesa que acompaña el Santo Sepulcro encaramada a sus incómodos tacones o el joven que, con los dedos vendados no deja de hacer sonar el tambor durante todo el recorrido? La procesión del Santo Entierro de Maó es devoción y sentimiento aunque haya quien la presencie sin renunciar a las relaciones sociales- con o sin la excusa del caramelo- o más atento a la estética que a otra cosa- "ese toque de tambor es muy monótono", "que paso más bonito"-.
No obstante, predominan quienes con respeto asisten al paso de imágenes y cofrades. Algunos aprovechan para explicar a los más pequeños el significado de lo que estan viendo; la expresión plástica de la Pasión y Muerte de Jesús. La procesión mahonesa salió muy puntual, a las ocho y media. La tarde, fresca pero apacible, animó a menorquines y visitantes a salir al pase del desfile procesional en el que participaron la Confraternidad de San Cornelio Centurión y las cofradías del Vía Crucis, de San Pedro, de Nuestra Señora de la Piedad y San Juan Evangelista, la de la Preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo, la del Santo Sepulcro y la de Nuestra Señora de los Dolores.
Tras recorrer el centro de Maó, centuriones, cofrades e imágenes se concentraban en la plaza de la Constitución, donde tuvo lugar el Sermón de la Soledad, que fue pronunciado este año por monseñor Giménez. A su término, en el interior del templo de Santa María tuvo lugar la escenificación del Santo Entierro, a cargo de las cofradías del Santo Sepulcro y La Soledad.
El obispo Salvador pide unidad en favor de los más desfavorecidos
Monseñor Giménez fue el encargado del Sermón de la Soledad, en el que erigiéndose en voz de los presentes , con la intercesión de La Soledad, elevó una plegaria a Dios. Monseñor Giménez expresó su agradecimiento por quienes hacen posible la Semana Santa, los catequistas, las personas vinculadas a Caritas y otros movimientos de Iglesia y también por quienes fuera de ella trabajan por un mundo mejor. Asimismo, el obispo pidió que hermanos mayores y cofrades fueran cada día mejor cristianos, que padres y familias cristianas trabajaran para que los más pequeños y los jóvenes conociesen a Jesús y que todos trabajásemos en favor de la vida y, sobre todo, en favor de los más desfavorecidos. "Deseo que seamos más austeros y solidarios en favor de todos", manifestó antes de emplazar a todos a la celebración de la Pascua y la procesión del Encuentro.