Entre los " brotes verdes" del presidente Marc Pons y el negro escepticismo de la 'popular' Juana Francis Pons Vila se movió el Debate de Política General del Consell celebrado ayer en la sede de la institución insular en Maó. Tras tres horas de una sesión, trufada de filosofía- "para actuar políticamente hemos de pensar políticamente", apuntó el socialista Damià Borràs, - todos los grupos políticos que integran la corporación acordaron trabajar en la definición de una estrategia de marca propia para la Isla y en la presentación de la candidatura de la Menorca Talaiótica a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Más allá de estos grandes pactos, el debate volvió a evidenciar las carencias del Consell, entendido como gobierno de Menorca, las paradojas del juego democrático- dos horas y media de intervenciones para el equipo de gobierno frente a media para la oposición-, las lógicas divergencias entre conservadores y progresistas y la indisimulada brecha que se ha abierto en la relación entre Pons y la consellera Antònia Allés, por mucho que ambos se intentaran acercar al otro en diversos momentos de sus alocuciones. El debate tendrá su continuación el próximo viernes con las propuestas de resolución.