El viento en la cara, los campos verdes a lado y lado, y el rugir inconfundible de una Harley a los pies. Es la experiencia que cada fin de semana viven los miembros del Menorca Chapter, el club en la Isla de propietarios de motocicletas Harley Davidson, auténticas leyendas vivientes del motor. Por primera vez, esta entidad ha decidido organizar en Menorca un encuentro de amantes de estas motocicletas, evento que se celebra este fin de semana y que lleva por nombre "Jaleo Moto Custom". Es un encuentro abierto principalmente a Harleys, pero que no excluye otro tipo de motocicletas. Sus promotores, no obstante, son amantes de la Harley. El presidente del Chapter, Andreu Febrer, asegura que "no es una moto con tecnología puntera, y es más cara que otras, pero cuando la tienes, conduces una leyenda que te abre infinidad de puertas y te crea gran cantidad de conocidos". De momento, en Menorca se cuentan ya 65 socios del Chapter, y en el Jaleo Moto Custom participarán unas 140 personas, venidas de Menorca, Mallorca y Catalunya, con sus motocicletas, la mayoría Harleys. "Queremos que el sueño Harley Davidson se viva en Menorca a través de nosotros", explica Febrer.
Un sueño sobre el que existe un dicho, según cuenta Febrer. "Dicen que para tener una Harley tienes que haber oído el grito del águila", asegura. Algo que a él le pasó, pues recuerda que antes de comprar su Harley en su mente veía pasar cada día una de estas motos por delante de su casa. Hasta que se decidió y cambió su Honda por este mito de dos ruedas.
Durante este fin de semana los motores recorrerán buena parte de la Isla. El sábado por la mañana se realizará la primera ruta, dividida en dos grupos. Por la tarde tendrá lugar otra excursión, con parada en el Hort de Sant Patrici, donde se ofrecerá a los participantes una degustación de productos menorquines como el queso y el vino. Ya por la noche, y como es tradicional en estos clubs, tendrá lugar una cena con espectáculo en la que no faltarán actuaciones de un imitador de Elvis Presley y sorteo de material relacionado con Harley.
Ya el domingo se reemprenderá la ruta por la Isla, con parada en la plaza del Born de Ciutadella. Después se volverá al hotel, donde se comerá y tendrá lugar la entrega de trofeos. No se trata de una competición, pero sí de reconocer, por ejemplo, al participante más veterano, a la moto más antigua, al grupo más numeroso y al motero que llega a la Isla desde más lejos.
Durante las excursiones se visitarán puntos como Monte Toro, el Camí d'en Kane, el puerto de Maó, Cala Morell o Cap d'Artrutx, entre otros. Se trata de poder contemplar desde el sillín de la moto los paisajes que han hecho de Menorca Reserva de la Biosfera, a la vez que gozar con la experiencia única de conducir una Harley. Será el primero de los encuentros que, seguramente, se sucederán en años posteriores a lomos de una leyenda.