Más de un madrugador se quedaría ayer sorprendido cuando viera la espesa niebla que se formó en el puerto de Maó. Una manta gris impedía ver más allá de pocos metros, pero tal como dice el refrán: "Mañana de niebla, tarde de paseo", así que la calurosa jornada con la que contamos posteriormente nos pudo recordar a los típicos días de julio y agosto en los que los baños en la playa se llevan la palma. Las calles de la ciudad se mostraban prácticamente desiertas, todo lo contrario que las zonas de costa, donde los osados bañistas se pegaban un chapuzón o se conformaban simplemente tomando el sol.
Los más deportistas
Una de las cosas que tiene el buen tiempo es que incita a la práctica del deporte. Se ha podido comprobar en la última de las excursiones de Roda Mô, que ha contado con nada menos que 124 participantes. El equipo ciclista, formado en su mayoría por niños, ha recorrido las calles de la ciudad siguiendo un ruta que le ha llevado por todos los centros educativos. Tras una parada en un parque infantil, la excursión ha finalizado en Es Freginal. La próxima, el año que viene.