El sector de la náutica menorquina ve con buenos ojos la próxima redacción del Plan Insular de Costas (PIC) que elabora el Consell y cuya aprobación inicial está prevista en 2011. Porque será el instrumento más adecuado para regular fondeos de forma global en la Isla y porque será el documento que deberá frenar la escalada de precios de los amarres en el litoral menorquín. El sector apela, no obstante, a la unidad y el consenso entre las administraciones implicadas para que la redacción de este esperado plan no se convierta en una pérdida de dinero y tiempo.
"El Consell no tiene prácticamente competencias en esta materia y, ya que ha dado este importante paso, más que nunca es necesario el respaldo político del resto de administraciones; del Gobierno central a través de Costas y del Govern a través de Ports", explicó Justo Saura, presidente de la Asociación Menorquina de Empresas Naúticas (ASMEN). En el mismo sentido se expresó ayer Miquel Camps, responsable de política territorial del Grup Balear d'Ornitologia y Defensa de la Naturalesa (GOB), quien insistió en la necesidad una buena "sintonía política" para obtener los resultados deseados. "Mientras se elabora el plan debe existir un pacto, un compromiso entre las administraciones implicadas para evitar posibles actuaciones que puedan hipotecar las futuras propuestas. Será el momento de ver la talla política de cada una", comentó. El responsable del GOB recordó que el grupo ecologista lleva años reivindicando la elaboración de un documento que ponga freno a la progresiva privatización del litoral, con concesiones a empresas que disparan los precios de los amarres como sucede en el puerto de Maó y que provocan el abandono de la zona de las pequeñas embarcaciones. En su opinión, el PIC deberá contribuir además a reordenar fondeos y regular su afectación a la seguridad marítima y los ecosistemas. Asimismo, deberá determinar la capacidad náutica que tiene Menorca y tipificar el número de fondeos y amarres que puede asumir el litoral menorquín desde una visión global.
Esta necesidad de abordar la regulación de la costa de forma integral para cubrir la necesidad de amarres existente fue el aspecto más destacado ayer por el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, uno de los municipios con mayor número de fondeos de la Isla. "De nada sirve regular una zona y dejar otras huérfanas", advirtió el edil tras ejemplificar lo sucedido el año pasado en la costa mercadalense. "Regulamos los fondeos en Fornells, pero el problema se desplazó a zonas como Addaia y Cala Molí", relató. En cuanto a la necesidad de consenso político apuntado desde el GOB y ASMEN, Ametller se mostró convencido de que el Consell ha dado el paso de redactar el PIC con el respaldo previo del Govern, del Gobierno central y de los ayuntamientos.
Varios municipios comienzan a regular sus fondeos
Precisamente varios municipios de la Isla ya han comenzado a regular sus fondeos gracias a la colaboración entre Demarcación de Costas, el Consell y las asociaciones vecinales, como es el caso de Es Grau y Es Canutells, en Maó. En Alaior, concretamente en Cala en Porter, el presidente de la Asociación de Vecinos, Gerardo Pons, también demandó ayer una regulación de los fondeos en la zona. "Este miércoles había cerca de una veintena de barcos fondeados, esto genera problemas de suciedad y seguridad que deben ser atajados", explicó. Cala en Porter carece de amarres permanentes, circunstancia que repercute en la proliferación de fondeos y que según Gerardo Pons el PIC debería contribuir a regular, pero advierte de que será Costas y no el Consell, que "apenas tiene competencias" quien finalmente fije en dicho plan las pautas de lo que se podrá hacer en el litoral menorquín.