Los voluntarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del GOB se encargaron ayer de liberar a once autillos que fueron hallados durante el mes de junio. Según explican desde la agrupación, cada año se suelen encontrar de 15 a 20 polluelos de esta especie, parecida al búho y que mide un palmo en edad adulta. Una vez que llegan al GOB, las familias adoptivas se hacen cargo de las crías hasta que puedan alimentarse por sí mismas, siempre teniendo en cuenta que no deben acostumbrarse a los humanos. Por eso es importante que sólo se abra la caja de cartón para darles de comer, normalmente, cuello de pollo o carne picada con cáscara de huevo, para que puedan absorber el calcio.
Posteriormente, los autillos son trasladados al Centro de Recuperación donde aprenden a volar y a cazar en una jaula de vuelo. Hay que tener en cuenta que no se debe liberar a un animal si no se está seguro de que puede cazar, ya que moriría al no saber alimentarse. Tras anillar a las once aves, el equipo del GOB y los voluntarios las soltaron ayer tarde en El Toro. Una bonita y gratificante recompensa para todos aquellos que aportan su granito de arena en la protección de la fauna menorquina.