Como si J. Sebastian Bach y Nicolás de Grigny hubieran competido en la interpretación de sus obras en el órgano de Santa María, así trascurrió el histórico concierto dedicado a la conmemoración del 200º aniversario de la inauguración del excepcional instrumento celebrado el viernes.
El prestigioso organista francés, de fama internacional, Michel Bouvard, en plena coherencia con la estructura del órgano de Santa María, confirmó una vez más la capacidad del mismo para expresar perfectamente música del Barroco, y, también, del romanticismo, demostrando el gran acierto del organero constructor, Kyburz, al dotar al instrumento de variedad de posibilidades registrativas,
Michel Bouvard realizó un concierto, cuya calidad programática –de composiciones organísticas casi en su totalidad– y de versión sintonizaron perfectamente con la del bicentenario instrumento.
Con una técnica plenamente dominada en nitidez y fluidez de digitación, pedal, y ritmo, adecuando con precisión y acierto la registración a la diversidad estilística, el organista definió: "Plein jeu du Veni Creador", "Cromorne en taille a deux parties, du Kyrie", "Dialogue en trio", "Dialogue de flûtes pour l'elevation, (Ut m)", "Fugue a 5 du Gloria", "Recit de Tierce en taille, (La-Mi M)" y "Point d'Orgue sur les grands jeux", de Nicolás de Grigny, y "Pieza de órgano en Sol mayor, BWV, 572", y "Corales, BWV, 730, 731, y 611", de Johann Sebastian Bach, y las "Variations sérieuses" (op. 54 pour piano, transcription R. Smits), de Félix Mendelssohn.
Su actuación, seguida con atención impresionante por el público, que llenaba la nave de Santa María, fue premiada al final con vibrantes e insistentes aplausos del mismo, puesto en pie, a los que correspondió elogiando extraordinariamente al órgano, y ofreciendo un atractivo bis.
Excelente "Te Deum"
Interpretación excelente por la conjunción, vivacidad de ritmo, y manifiesto dominio logrado fue la realizada por la Coral Sant Antoni en la versión del "Te Deum", de W.A. Mozart, actuación con la que participó en este histórico y memorable concierto. Su directora, Mertxe Orfila, condujo con plena eficiencia la interpretación en evidente ajuste con el organista, Tomé Olives, que aplicó un registro muy adecuado.