Empezó su carrera como humorista televisivo en un canal de pago, Paramount Comedy, y ahora se le puede ver en la serie "Museo Coconut", en Neox, inmerso en el galimatías en que se ha convertido la televisión con la TDT. No obstante, una gran parte de su fama le ha llegado por internet, concretamente a través de los miles de videos que se pueden encontrar en las páginas web especializadas con sus apariciones en programas de culto como "La hora chanante" o "Muchachada Nuí".
Rodeado siempre de un grupo de humoristas no menos geniales, Joaquín Reyes (Albacete, 1974) se ha convertido en un referente para un número de seguidores, menos de los que merece su talento, muy fieles y apasionados. Dibujante de formación, combina la dirección con el transformismo, el articulismo, la producción o la interpretación. Su humor es a veces absurdo, a veces grotesco, pero siempre esconde una gran inteligencia y sutilidad. El viernes se le podrá ver en versión monólogo, a las 21.30 horas, en el Teatre Principal de Maó con su espectáculo "Soy especial", en el que incluso canta y baila. Será la primera vez que pisa Menorca.
¿Quien asista al espectáculo se va a encontrar con "La hora chanante", con "Muchachada Nuí" o con algo totalmente diferente?
Es un monólogo de una hora y media, siempre con referencias reconocibles de lo que he hecho hasta ahora.
¿Los monólogos están de moda o han venido para quedarse?
Esto empezó con "Nuevos cómicos" y "El club de la comedia", allí tuvo su auge, que ha propiciado que los cómicos que empiezan se dediquen a hacer monólogos como una manera de ganarse la vida. Hay muchos, y sólo algunos se quedarán. Pero es un formato que permanecerá, a la gente le gusta que le cuenten cosas cotidianas de una forma divertida, y más con lo que nos gusta hablar en España.
¿Qué parte de sociólogo tiene un monologuista?
Habla de situaciones que a todo el mundo le han pasado, la gente se reconoce porque es una radiografía de la sociedad actual bajo un prisma peculiar.
Pero a usted también le gusta mucho mirar hacia atrás.
Sí, me gusta la infancia, ver lo que fuimos con nostalgia, los juguetes, la televisión...
Ahora está con la serie "Museu Coconut", cuando usted estudió Bellas Artes, y con el personaje de Onofre que utilizó en el programa "Smonka!" en sus comienzos en la tele. ¿Es una casualidad o un retorno a sus inicios?
Era una buena idea recuperar a Onofre, me parecía divertido colocarlo en una ficción. Echar la vista atrás puede ser un buen punto de partida. Un museo es un buen escenario, y es verdad que es algo que conocemos. Además el arte contemporáneo da para el humor, porque no es raro que alguien se lo pueda tomar como una tomadura de pelo.
Empezó en un canal de pago y ahora está en uno nuevo. ¿Se encuentra mejor en estos minoritarios o en los generalistas?
El humor que hacemos no es mayoritario, necesita de un espacio en el que nos cuiden y encajemos. Paramount Comedy es donde crecimos, en La 2 encajamos en la nueva imagen del canal y ahora Neox nos beneficia por ser pequeño, preferimos ser cabeza de ratón.
Gran parte de su éxito vino por internet, ¿cómo lo valora?
Esto se debe a que Paramount Comedy es un canal de pago, por lo que en "youtube" tuvimos una exposición de vídeos increible. El fenómeno fue de gran intensidad pero nosotros no hicimos nada para lograrlo. Es algo muy cercano, porque en internet están los fans, que comentan cosas de nosotros... pero nos dedicamos a la tele y queremos que nos vean en la tele.
¿Con la crisis es más difícil hacer reír a la gente?
Ahora de hecho es más fácil, porque la gente tiene más necesidad de divertirse.