Los ciudadanos de Balears soportan el nivel de presión fiscal más alto de entre todas las comunidades autónomas, 3,4 puntos por encima de la media estatal y ello pese a la disminución registrada en 2009 con respecto a 2008, de un 32,84 por ciento del Producto Interior Bruto per capita a un 29,04 por ciento. Es una de las conclusiones del informe sobre la economía, el trabajo y la sociedad de las Islas recogido en la memoria del Consell Econòmic i Social (CES) de Balears correspondiente al pasado ejercicio.
Dicha presión fiscal –la suma de los impuestos directos, indirectos y tasas sobre la renta personal–, para el conjunto de Menorca y distribuida en los ocho municipios, se mantiene, con un 28,95 por ciento, próxima a la media regional, que es de un 29,4 por ciento. La carga de los impuestos es, según el estudio, bastante homogénea, aunque la más elevada por habitante se da en Es Mercadal, un 30,20 por ciento, y la más baja en Ferreries y Es Castell, con un 27,79 y un 27,75 por ciento respectivamente. No obstante, en comparación con las otras islas menores, Menorca presentó una presión fiscal media por habitante más alta que en Eivissa (28,71) y que en Formentera (28,61).
Desequilibrio
En 2009 la carga fiscal –el conjunto de los tributos recogidos por las administraciones públicas–, fue de 7,8 millones de euros, lo que supuso una disminución del 17,9 por ciento. En cuanto a los ciudadanos, la carga fiscal por habitante bajó a 7.116 euros en Balears, aunque siguió siendo la tercera más alta del Estado. Las Islas fueron la comunidad más perjudicada por el sistema, ya que el gasto público estatal no compensó el desequilibrio en la balanza fiscal. La renta per cápita de los isleños fue 7,1 puntos por encima de la media nacional, pero ese ciudadano tipo pagó en impuestos un 13,4 por ciento más de lo que le correspondería en función de su renta.