La tranquilidad reinaba ayer por la mañana en el Aeropuerto de Menorca. El sol se hacía un hueco entre las nubes y el tráfico se desarrollaba sin incidencias. Sin embargo, poco antes del mediodía saltaban las alarmas. Un avión Dash-8 con 15 pasajeros a bordo, dos tripulantes y una carga de 15.000 litros de combustible sufría un accidente en el momento del despegue. Afortunadamente no era un siniestro real, sino el inicio de un simulacro enmarcado en el Plan de Emergencias Aeronáuticas.
El objetivo del ejercicio era, según informa AENA, evaluar los procedimientos de actuación y coordinación, así como el grado de conocimientos y de integración de todos los colectivos implicados en la atención de una emergencia aeroportuaria. Este tipo de maniobras se realizan cada dos años y con su ejecución el aeródromo insular cumple con la normativa y requisitos de la Organización de Aviación Civil Internacional.
El plan de emergencias se activó a las 11.45 horas cuando la Torre de Control alertaba del supuesto accidente al Centro de Coordinación y Operaciones. La información que recibió el personal del Aeropuerto era la siguiente: "una aeronave que acaba de despegar ha tenido que realizar un aterrizaje de emergencia debido a un fallo técnico. En la maniobra, el avión ha impactado en la pista, seccionando el cableado de alta tensión y provocando un pequeño incendio, a la vez que un importante derrame de combustible que ocasiona una gran humareda" (simulada mediante una máquina de producción de humo artificial situada junto al aparato).
Plan de Emergencia
El Plan de Emergencia del Lado Aire movilizó al personal del Servicio de Extinción de Incendios, al de los departamentos de Operaciones y Seguridad, los servicios aeroportuarios, así como a los medios sanitarios y agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Los bomberos fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, procediendo a extinguir el incendio, estabilizar la aeronave y evacuar a las víctimas.
El balance de supuestos heridos fue de tres traumatismos diversos (para los que fueron necesarias labores de camilleo y de inmovilización previas), cuatro heridos leves y 10 ilesos.
Los servicios sanitarios del 112 y Protección civil fueron los encargados de asistir a los "heridos" y trasladarlos a una zona segura. También realizaron labores de atención a los familiares de las "víctimas".
El simulacro, denominado Harrys 2010, duró una hora y no afectó a la operatividad diaria de las instalaciones.