Los representantes del PSOE en la Comisión de investigación del Caso Son Quim intentaron ayer, aunque sin éxito, evitar que las conclusiones de dicho órgano, presidido por el concejal de UPCM Joan Triay, se puedan remitir en el futuro a la Fiscalía Anticorrupción, algo que ahora consideran que "no es necesario" al "no haber indicio alguno de delito". Así lo solicitaron a través de un documento en el que aportaban nueve argumentos que justificaban su petición.
El nuevo planteamiento de los socialistas supone un giro respecto al procedimiento anunciado a mediados del pasado mes, cuando dieron su visto bueno a medio centenar de las conclusiones de la comisión, incluida la de remitir el expediente a la Fiscalía si el pleno lo considera oportuno, en una clara apuesta por "la máxima transparencia y facilitar el desarrollo de la investigación". No obstante, también hay que decir que durante la anterior sesión de la comisión, el socialista Guillem Bosch se reservó el derecho a realizar algunas matizaciones en diferentes cuestiones cuando las conclusiones llegaran al pleno.
Pues bien, los socialistas han decidido no esperar hasta tal fecha, y en la sesión de ayer de la comisión, en cuyo orden del día tan sólo figuraba en principio la aprobación del acta anterior, presentaron al resto de miembros un documento con nueve puntos que han dado un vuelco a su planteamiento. Los regidores socialistas Guillem Bosch y Vicente Fontestad sostienen que las divergencias manifestadas "son lo suficientemente importantes como para cambiar el sentido del voto" de 18 de las 50 conclusiones, por lo que propusieron que constara en acta que los votos favorables con la reserva de derecho a enmienda se consideraran abstenciones.
Los socialistas defienden que con dicho cambio "no se varía el resultado final de las conclusiones", pero el argumento no logró convencer a los miembros de la comisión, que rechazaron la propuesta tras una votación. Los dos votos socialistas no lograron prosperar ante la oposición del PP y el Grupo Mixto y las abstenciones de PSM y UPCM.
Cambios
El presidente de la Comisión, Joan Triay, se mostró ayer sorprendido de que lo que en un principio fueron "divergencias de matices" se haya convertido con el paso del tiempo en "divergencias importantes".
Por su parte, la portavoz popular, Antònia Gener, puso ayer el acento en el noveno argumento, el que dice que ya no es necesario ir a la Fiscalía, lo que sin duda alguna implica para ella "que no deben estar muy tranquilos" y que posiblemente "haya indicios que no quieren que se sepan". A la popular le resulta cuanto menos "sospechoso" que la trasparencia de la que hacían gala al principio esté desapareciendo. La concejala acusa a los socialistas de actuar "con doble rasero".
Por su parte, el secretario general del PSOE en Ciutadella, Andreu Bosch, defendió ayer en rueda de prensa que todas las decisiones en el proceso se han tomado en base a informes favorables y acusó al PP de realizar "maniobras de tergiversación". En este sentido, hizo especial hincapié que en lo que respecta a la tramitación del expediente solamente es atribuible al PSOE lo sucedido el último año, "y en todo caso por un error reconocido por la propia alcaldesa, y que no es motivo de ningún indicio de delito".
Por último, Bosch quiso dejar constancia, haciendo referencia a lo sucedido en otras comisiones de investigación, de que "justicia no es tratar igual a los diferentes, sino tratar igual a los iguales y diferente a los diferentes".
Proceso
Lo sucedido ayer en la última reunión de la comisión no altera el proceso de las conclusiones, sobre las que habrá que decidir en el próximo pleno, aún sin fecha fijada, si se remiten a la Fiscalía Anticorrupción o no. Por su parte, los socialistas no quisieron desvelar ayer cuál será el signo de su voto en esa cuestión, aunque avanzaron que no será negativo. Por otra parte, la comisión sirvió para aprobar el acta de la anterior reunión, y estudiar el último informe aportado desde el Consell.