Vitez mueve la cola, sale disparado cuando se libera de la correa y recorre, sin detenerse, la terminal. En una primera vuelta sólo reconoce la zona, después, su olfato le lleva por las esquinas, las personas, las maletas y le conduce directamente hacia una de las papeleras. Allí se sienta, mira insistentemente y busca la aprobación de su amo, su compañero de trabajo. Vitez es un perro, pero no uno cualquiera, sino un can adiestrado para la detección de explosivos, y su guía, con el que se compenetra a la perfección, es Francisco Galán, agente de la Guardia Civil.
Ambos trabajan en el Servicio Cinológico de la Benemérita en la Isla y el hallazgo de Vitez en la papelera, durante la exhibición realizada ayer en el Aeropuerto de Menorca, consistía en medio kilogramo de explosivo plástico PG2. "Si fuera activado mediante una detonación podría causar graves daños en la terminal y desde luego sería mortal para una persona", explicó uno de los agentes del TEDAX de la Guardia Civil, el grupo especializado en la desactivación de artefactos explosivos.
Para Vitez, un macho de pastor alemán de manto negro y cinco años de edad, todo es un juego. Su recompensa por el peligroso trabajo que desempeña y las numerosas vidas que puede salvar con la detección de una bomba en un aeropuerto es tan sólo el cariño y la atención de su agente guía, que tras 'marcar' el lugar donde se esconde el explosivo le felicita y le permite juguetear y morder una toalla enrollada, un pequeño rulo que aprieta con sus mandíbulas e intenta robar de las manos del agente, ajeno a la carga mortal que acaba de encontrar en la papelera y que le ha valido el premio.
El adiestramiento de estos perros policía se basa en la asociación olor y juego, "hay que acabar con el falso bulo de que se les dan drogas", afirmó el guía de Vitez, Francisco Galán, "entonces, ¿qué pasaría con los perros que detectan explosivos o cadáveres?".
Hay muchas especialidades de agentes caninos, los que buscan estupefacientes y explosivos, tanto en personas como en vehículos u otros lugares; los que rastrean cadáveres, el inicio de un incendio, cebos envenenados e incluso aquellos que detectan billetes.
Nila es una hembra de pastor belga malinois que en febrero cumplirá tres años. Como su guía, el agente José Manuel Queijo, su especialidad es la detección de drogas, un control que se realiza especialmente en puertos y aeropuertos, en los llamados 'vuelos calientes', susceptibles de transportar a las 'mulas' o correos de la droga. Pero su labor también es preventiva, según el guardia que explicó orgulloso las dotes de su compañera canina. "Colaboramos con la Policía Nacional y vamos a los colegios e institutos, enseñamos los perros y trabajamos en el exterior de los centros", aseguró el agente.
Nila es uno de los ejemplares entrenado para rastrear droga en personas y 'marcar' sentándose y clavándoles su mirada, quieta, hasta que su guía le indica que ha cumplido su misión. De su buen hacer pudieron dar fe los periodistas a los que ayer se les introdujo en su ropa 50 gramos de hachís y no escaparon del olfato de la perra policía.
Como su compañero de unidad, Vitez, y todos los canes de la Guardia Civil, Nila pasó por una fase de entrenamiento en la escuela de El Pardo, en Madrid, una de las más prestigiosas y donde se les prepara para su vida profesional.
AENA cede y reforma un edificio para el Servicio Cinológico
Desde hace una semana los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil se han instalado en sus nuevos cubiles, habilitados en la antigua base de los señaleros del Aeropuerto de Menorca. Un espacio de 360 metros cuadrados que ha sido cedido por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y acondicionado para que vivan los canes.
Según explicó el jefe accidental de la Guardia Civil en Menorca, el teniente José Julio Martín, desde el Cuerpo se solicitó a la dirección del Aeropuerto la posibilidad de trasladar los perros policía a las instalaciones de AENA, ya que las condiciones en el Cuartel de Maó eran "precarias".
Los animales están en periodo de adaptación a su nueva casa, un edificio en el que se han construido seis cubiles con patio individual, un patio común y una zona destinada a oficina con baños y cocina. Los ejemplares del Servicio Cinológico demostraron sus habilidades con una exhibición a la que asistió el director del Aeropuerto, Tomás Melgar.
El jefe de la Guardia Civil destacó la importancia de contar con los perros en el Aeropuerto, donde realizan buena parte de su trabajo en el control de la entrada de droga a la Isla, aunque destacó que "eso no significa que sólo se controle aquí", sino en todos los puntos considerados estratégicos.
Los canes participan en la mayoría de las operaciones antidroga que se realizan en Menorca, señaló Martín, y en la actualidad su entrenamiento se adapta a las nuevas formas de delincuencia, con la detección de explosivos adosados al cuerpo o de grandes cantidades de dinero papel moneda en los equipajes.