Acabar con un abastecimiento medio diario de agua de cuatro camiones cisterna de 25 toneladas cada uno durante seis años y un gasto que ha rozado el millón de euros son motivos suficientes para que la nueva canalización desde el depósito de Turó hasta Sant Climent "sea una de las obras más importantes del Plan E", según manifestó ayer el alcalde de Maó, Vicenç Tur.
Hace tan solo una semana que las más de 500 personas que conforman la pedanía pueden hacer uso del agua que sale de sus grifos en las mismas condiciones que el resto de ciudadanos de Maó. Y es que los más de 2.000 metros de canalización desde el depósito de Turó hasta Sant Climent ya abastecen de agua el núcleo. Con un presupuesto de 232.000 euros con cargo a la segunda convocatoria del Plan E, esta intervención ha permitido dar por zanjado un tema "sangrante para Maó y, en especial, para Sant Climent", avanza Tur. Para el alcalde "el proyecto no luce como otros pero es una de las actuaciones de las que más orgullosos nos sentimos puesto que reúne los dos aspectos más destacados de la convocatoria: responsabilidad y sostenibilidad".
Cabe recordar que el problema se remonta a unos seis años cuando el pozo de Sant Climent tuvo que ser clausurado por la presencia de nitratos. A la espera de un proyecto de resolución del problema por parte del Govern, entidad competente en materia hidráulica, el Ayuntamiento ha abastecido de agua el núcleo con camiones cisterna y ha asumido el sobrecoste. "A pesar de existir un acuerdo con el ejecutivo balear nunca llegó a sufragar ninguna factura", indica Tur quien añade que "la carencia de Sant Climent ha sido solidariamente pagada por todos los habitantes de Maó".
El presidente de la Asociación de Vecinos, Fernando Pons, indica que "a pesar de que la solución ha tardado en producirse finalmente contamos con agua potable canalizada".