Mañana arranca la sexta edición de las Jornades d'Educació de Menorca, un foro que contará en esta ocasión con la participación de la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Carmen Maestro, quien disertará en la Sala Multifuncional de Es Mercadal (17.45 horas) sobre la importancia de las políticas de infancia. Ayer nos atendió desde su despacho en Madrid.
¿Cuáles son a su juicio los pilares básicos de un buen sistema educativo?
En primer lugar, el profesorado formado y comprometido con el progreso de los alumnos. Al mismo tiempo, tener una educación temprana de calidad, sobre todo para aquellos niños y niñas que provienen de familias más desfavorecidas. Después, evidentemente, se necesita una inversión eficiente; hay que invertir más en educación, pero en aquellos aspectos que influyen muy directamente en la mejora de la calidad. Por ejemplo, sabemos que bajar uno o dos los alumnos en cada grupo no mejora mucho la calidad, pero sí lo hace detectar muy pronto las carencias de los alumnos. Lo que el sistema educativo español nos está demandando es más inversión, pero inversión eficaz.
Y teniendo esos factores en cuenta, ¿en qué situación nos encontramos actualmente en España y cuáles son los retos a corto y medio plazo?
Creo que en España hemos mejorado mucho en las últimas décadas. El Consejo Escolar del Estado así lo pone de manifiesto todos los años. Veníamos de una situación dura y hemos mejorado en escolarización, tanto en la infantil como hasta los 18 años. Sin embargo, tenemos retos por delante, como el alto porcentaje de alumnos que no se titulan al terminar la educación obligatoria. Ello tiene una relación estrechísima con el abandono de la formación de los jóvenes entre 14 y 18 años que no siguen estudiando ciclos formativos de grado medio o bachillerato. Creo que es un tema que hay que abordar con decisión.
¿Qué función cumple exactamente el Consejo Escolar del Estado y cómo puede el órgano que preside influir en la realidad educativa?
En el consejo están representadas todas las organizaciones que tienen algo que decir en educación, desde representantes de padres, profesores, alumnado, federación de municipios, universidades… Somos 105 miembros, incluyendo los 17 presidentes de los consejos escolares autonómicos; es un órgano muy rico en el que está representado toda la realidad educativa, y las funciones que tenemos son dictaminar todas las normas de carácter básico para todo el Estado. En segundo lugar, diagnosticamos anualmente la situación de la educación española y trasladamos al Ministerio y las administraciones educativas las propuestas de mejora que nos parecen urgentes y relevantes.
Y en el diagnóstico, decía que hemos avanzado mucho…
Creo que hemos avanzado mucho en educación infantil con el plan Educa3.
Sigue siendo Balears una de las regiones punteras en ese aspecto…
Es la región puntera, sin duda. Balears en general y Menorca en particular. En ocasiones planteamos a muchas comunidades la preocupación de que no se está regulando con calidad el primer ciclo de educación infantil, y en ese sentido siempre decimos que tenemos un modelo a seguir y me gusta decir claro y alto que es el caso de Menorca. Creo que no tenemos que envidar nada en ese aspecto a otros países.
¿Es el abandono escolar el problema más grave del sistema educativo español?
Es uno de los que más nos preocupa. En Balears precisamente, en años de bonanza económica en los que había ofertas de trabajo para jóvenes sin mucha cualificación, éstos abandonaban la educación, y ahora en momentos de crisis se dan cuenta de las dificultades para seguir formándose o encontrar otros empleos. Y creo que es el único aspecto positivo de la crisis, que ha puesto la educación en su lugar, demostrando que es lo más importante. La crisis ha descubierto una verdad que creo que era evidente.
Decía antes que en educación de 0 a 6 años Balears no tenía nada que envidiar a los países europeos, pero a nivel nacional y en las otras etapas el informe PISA no nos deja en muy buen lugar…
En general, creo que las evaluaciones internacionales se utilizan en demasiadas ocasiones como arma arrojadiza y cuando se dice que España no ha estado nunca peor es totalmente falso. Es cierto que en estas evaluaciones nos sitúan en ese bloque de países de la UE que tiene sombras y luces. Una radiografía de lo que nos dice PISA es que tenemos demasiados alumnos en los niveles bajos de rendimiento.
El plan Escuela 2.0 nació con la intención de potenciar las nuevas tecnologías e internet en los colegios, pero algunas comunidades, como Cataluña, ya están recortando fondos por culpa de la crisis. ¿Cómo valora el consejo esa situación?
Es un tema que aún no hemos valorado, pero siempre decimos que los gastos en educación no son gastos, que son inversiones de futuro. Y de esta crisis saldrán antes los países que más apuesten por la formación de sus jóvenes. Nos parece que se pueden recortar en muchas cosas, pero nunca en educación.
En el tema de los idiomas, parece que también queda mucho camino por recorrer…
En ese aspecto venimos de una situación muy dura. También le ocurre a otros países con lenguas potentes, como Francia y Reino Unido, que es el país con más dificultades para tener una segunda lengua. No solo hay que apostar por la formación seria del profesorado, también habría que revisar la forma de dar clases para que se basen más en la comunicación, aparte de la gramática o la sintaxis. En las evaluaciones, una de las dificultades claves en la comunicación es el lenguaje coloquial. Y en este sentido creo que las televisiones y los medios de comunicación también podrían ayudar. Por ejemplo, en Portugal, que en otros aspectos no está mejor que nosotros, en idiomas sí, y es que sus películas y programas infantiles son subtitulados, y eso es clave. Está claro que los retos de este siglo son la movilidad y los idiomas.