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Me llamo Víctor Olivares Castillo. Nací en Terrassa y tengo 38 años. Vivo en Cala en Porter. En mi tiempo libre me gusta dedicarme a la pesca, la música, el deporte y la lectura. En la actualidad estoy estudiando para ATS. Soy el conductor del autobús eléctrico que cubre el recorrido entre Vía Ronda y el Hospital Mateu Orfila.
¿Cómo es su relación con los usuarios del servicio de autobús del "Mateu Orfila"?
La relación es muy buena, en especial con los usuarios habituales. La gente me suele contar sus historias. Aunque a veces preferiría no saberlas porque son duras.
¿Qué es lo mejor de su trabajo?
A mí me gusta el trato directo con la gente, es muy agradecido. Ya había trabajado como chófer pero en transporte internacional. Y no es lo mismo. No te permite el contacto con las personas.
¿Ha vivido alguna anécdota curiosa con los usuarios durante estos meses?
En una ocasión una señora que venía con el reloj adelantado y pensaba que yo llegaba tarde con el autobús, se enfadó muchísimo. También tengo algunas anécdotas respecto al nombre del autobús. Muchos le llaman "papamóvil".
¿Está teniendo éxito el servicio?
Hay gente reacia a utilizarlo. En realidad cuando más uso se le da es cuando el tiempo no acompaña. Pero los que lo prueban quedan satisfechos y te lo hacen saber.
¿En qué aspectos cree que se podría mejorar?
Haría falta dar más información. La gente debe saber que es un servicio que puede ser útil para todas las personas y no sólo para personas mayores. Incluso es útil para los trabajadores, a los que, por cierto, les costó mucho animarse a utilizarlo. Yo mismo hablé con alguno para explicárselo.
¿Ha tenido alguna mala experiencia?
Para desarrollar este trabajo hay que tener mucho temple. Hay gente que no respeta la parada y se instala con su coche en la zona reservada para el autobús. Y de paso aprovechan para contarme sus 10 quejas sobre alguna cuestión relativa al hospital como por ejemplo la falta de estacionamiento.