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Nos llamamos Maria José Camps y Lydia Vegas. Ambas somos de Maó y somos abogadas de profesión. Además, desde la entidad Transforma, nos dedicamos a la gestión de conflictos y a la mediación. Esta mañana, de 10 a 13 horas, en la calle San Sebastià, 69 de Maó, ofreceremos información sobre qué es la mediación y responderemos a las dudas que puedan existir entorno a esta eficaz herramienta para resolver conflictos.
¿Qué es la mediación?
M.J.: La mediación es una herramienta más para resolver conflictos. No solo ayuda a resolver el problema puntual que pueda surgir en un momento determinado sino que también favorece la comunicación entre las partes en conflicto y les ofrece herramientas para que si en el futuro surge otro problema, lo puedan gestionar de forma más fácil entre ellos. Transforma su relación.
¿En qué ámbitos puede ser aplicable?
L: En especial en temas de familia o en problemas que surgen en comunidades vecinales. También se está trabajando mucho la mediación en las escuelas, donde en algunos casos se imparte como una materia más.
M.J.: La mediación es muy beneficiosa en el ámbito comunitario, de convivencia de vecinos. Porque hay pequeños detalles de la convivencia que no son tratables en ningún otro ámbito.
¿Cómo se gestiona el proceso de mediación?
L: Todo el proceso es voluntario, de modo que en cualquier momento una de las partes puede abandonar. Además, el mediador nunca propone. Simplemente ayuda a que las partes lleguen a un acuerdo. Si se consigue, las posibilidades de que cumplan lo acordado son mucho más altas que los cumplimientos de sentencias u otro tipo de acuerdo porque es más fácil acatar algo que has decidido tú que no algo que te han impuesto.
M.J.: Las posturas son casi siempre contrapuestas. Nuestra labor es ir más allá y descubrir cuáles son los intereses reales de cada uno.
¿Las dos partes se sienten ganadoras cuándo llegan a un acuerdo de forma voluntaria?
M.J.: Sí. Sobre todo en temas de familia. Lo que pretende la mediación es que las dos partes salgan reforzadas, que las dos ganen. En cambio, en la concepción misma del juzgado uno gana y el otro pierde. E incluso pueden llegar a perder los dos. A veces, una sentencia en la que el juez, con toda la buena voluntad, ha intentado cuadrar horarios y establecer pensiones y regímenes de visitas, resulta que no es beneficiosa para ninguna de las dos partes.
L: Esto no quiere decir que haya casos en los que es imprescindible un jurado.
¿Qué ventajas ofrece ser partícipe de un proceso de este tipo?
M.J.: Se ahorra coste económico, coste temporal y coste emocional. Además, tienes la oportunidad de hacer cosas, como pedirte perdón, que en el juzgado no tienen cabida. Se trata de retornarles la responsabilidad a las partes para que ellos mismos puedan solucionar sus problemas y conflictos.