Autoficha
Me llamo Leticia Bartual Varela y tengo 28 años. Nací en Puigcerdà (Gerona) pero resido en Menorca desde hace casi cinco años. Vivo en Son Vilar junto a mi perra Ira. Trabajo de camarera y limpiando apartamentos. Me encanta quedar con mis amigos para pasear a los perros, cocinar y escuchar música.
Vino de vacaciones a la Isla y no se pudo resistir...
Exacto. Estuve unos días en septiembre de 2006. Me encantó el entorno, las playas, calas y la naturaleza. En noviembre de ese mismo año ya me vine a vivir. Empecé a trabajar haciendo extras de camarera. Lo malo de estar en Menorca es que es muy caro salir de viaje. Me gustaría salir más, pero con estos precios es imposible.
Vives con Ira, una perra bullterrier de casi cuatro años que tiene una historia especial. ¿Cómo la conseguiste?
Una de mis jefas me dijo que su perra había criado. A mí me encantan los perros y pensé que ya sería hora de tener uno. Cuando vi a los cachorros, no pude dar marcha atrás. Además, me hizo gracia la manera que ella tuvo de llamar mi atención porque orinó en mi pierna. La convivencia con ella siempre fue muy bien. Estábamos en Son Parc, era disciplinada, hacía ejercicio pero, al cabo de un tiempo, me empecé a dar cuenta de que algo no iba bien. Tenía la barriga hinchada y su carácter ya no era el mismo. La llevé a varios veterinarios pero aquí no le encontraban nada, así que me la llevé a Barcelona, la ingresé y me dijeron que tenía un cáncer linfático.
En estos casos, mucha gente decide sacrificar al animal. Sin embargo, a Ira se le dio una oportunidad.
Sí. Me dijeron que tenía dos opciones: o esperar a que estuviera mal y sacrificarla; o bien optar por quimioterapia una vez a la semana durante cinco meses. Muy pocas personas se decantan por esta segunda opción porque creen que el animal lo pasará mal pero a nosotros nos ha ido muy bien. Los animales toleran este tratamiento mucho mejor que los humanos. La primera noche ya se notó mejoría. Empezó en noviembre. Ahora, que ya no realiza la terapia, le hago revisiones cada mes pero su ánimo a vuelto a decaer. Ira puede recibir otra vez quimioterapia pero no me aseguran nada porque lo suyo no tiene cura, así que he decidido parar. Me he gastado más de 4.000 euros y la pena es que ya no me lo puedo permitir. Para tener lo que tiene, está bien. Para mí es como mi hija. Me alegra pensar que ha sido feliz todo este tiempo.
¿Piensa quedarse en Menorca?
Mi idea es irme a Berlín una temporada a aprender idiomas una vez que finalice la temporada. Después querría ir a Uruguay medio año. En Menorca no me puedo quedar porque no se puede vivir de trabajar cuatro meses. Vendré de vacaciones.