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Me llamo Manuel Gil Doval y nací en el pueblo de Arbo (Pontevedra) el 24 de enero de 1952. Con 17 años me vine a Menorca y me puse a trabajar en la hostelería. Me gustó la tranquilidad de la Isla y desde entonces estoy aquí. He trabajado en el Hotel Agamenón, el Hotel Port-Mahón, durante 16 años, la discoteca Lui, el Casino Consey y, desde hace 21 años, regento la Casa Gil. Me casé en la Isla con María José Vardo y tengo tres hijos y tres nietos, todos ellos menorquines. Me gusta el fútbol -jugué once años con el UD Mahón- el tenis, el pádel y el deporte en general. El próximo día 1 de julio recibiré una mención honorífica de UGT como afiliado veterano.
Usted es uno de los afiliados más veteranos de UGT en la Isla.
Sí, llegué en la Isla en 1969 y me puse a trabajar en el sector de la hostelería. Me acuerdo que el convenio colectivo incluía un día y medio de descanso semanal, pero no se hacía. En el Hotel Port-Mahón teníamos tres cuartos de día de descanso a la semana. En los primeros años, UGT no estaba implantada en la Isla y me afilié al sindicato USO. Al fin, logramos un día de descanso y otras mejoras laborales.
No debía ser fácil en aquellos años ejercer la actividad sindical.
Pues no. Entre 1978 y 1980 celebramos una asamblea en el edificio de la Plaça Miranda para explicar a los trabajadores de hostelería de toda la Isla el convenio colectivo. El movimiento sindical no estaba organizado y un amigo mío, Manuel Sasot, y yo tuvimos que pagar de nuestro bolsillo el coste de los autobuses. Recuerdo que nos ayudó un tal Marín, que era de CCOO y trabajaba en la residencia Capri.
¿Tuvo problemas por su labor sindical en la empresa en que trabajaba?
La verdad es que no. Una vez en Palma se organizó un día de huelga para reivindicar mejoras del salario y reclamar el día y medio de descanso, mientras que en algunos hoteles de la Isla se realizó un paro laboral de cuatro horas. De hecho, reclamábamos el descanso semanal que recogía el convenio.
¿Cuándo se afilió a UGT?
Fue en 1980, pero me afilié en la delegación de Palma, porque en la Isla no estaba aún organizado. Al cabo de poco tiempo dejé el Port-Mahón y me establecí como autónomo, pasando a trabajar en el Casino Consey y, posteriormente, en el bar que regento, Casa Gil. De hecho, perdí el contacto diario con UGT, pero en su momento el sindicato me ayudó a tramitar el expediente para montar mi negocio, con el dinero que me correspondía del desempleo, y consideré que debía continuar como afiliado.
¿Qué opina de la crisis económica que padecemos desde 2008?
El Gobierno no supo reconocer a tiempo que la crisis había llegado. No obstante, los principales culpables son los bancos con su política financiera y la gente que asumió hipotecas y riesgos por encima de sus posibilidades.