La ausencia de un testigo fundamental ha motivado esta mañana la suspensión del juicio contra los presuntos autores del asalto y robo a los dueños de Truvi ocurrido en la madrugada del 7 julio de 2009. Los acusados respondían también por un robo de escasa cuantía perpetrado la misma noche en el centro de jardinería de Ferreries, anexo a la finca de Calafí Vell donde fue sorprendido el matrimonio formado por Sebastià Truyol y Juana Villalonga.
La decisión de suspender se ha producido dos horas y media después del inicio de la vista que se desarrollaba en la sede del Juzgado de lo Social de Ciutadella ante el magistrado de lo Penal, Bartomeu Mesquida. Antes, se había producido la negativa de los implicados de alcanzar una acuerdo en el que se barajó una rebaja de cuatro años respecto de la pena de 10 solicitada inicialmente por el Ministerio Fiscal.
Hasta el momento de decretarse la suspensión, había tenido lugar el interrogatorio de los dos acusados- O.M. y G.G.S- y la testifical de las víctimas y de su hijo, del médico forense, de personas relacionadas con los presuntos agresores, así como de los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Judicial que intervinieron en las investigación de los hechos, calificados de robo con violencia e intimidación, robo con fuerza y falta de lesiones.
Mesquida, quien no ocultó su malestar por la ausencia del testigo, expresó su voluntad de deducir testimonio al considerar que se estaba produciendo un supuesto de obstrucción a la justicia y señaló el 18 de julio como fecha para proceder a la reanudación de l juicio oral.