Los últimos datos de paro conocidos incitaban a un cierto optimismo, puesto que en junio el desempleo volvía a bajar por séptimo mes consecutivo en Balears y las cifras de desempleo eran menores a las registradas un año atrás. No obstante, el gabinete de sociología Gadeso lanza un aviso sobre estas cifras: no significan que se haya frenado la destrucción de puestos de trabajo. Así, en su informe de coyuntura de junio, Gadeso asegura que la reducción del paro se debe en un 97 por ciento al comportamiento del sector servicios y, por lo tanto, está directamente ligado a la temporada turística. Es decir, no se sabe qué va a pasar con estos trabajos en cuanto acabe la temporada.
Si bien no quieren lanzar las campanas al vuelo, las patronales PIME y CAEB se muestran ligeramente más optimistas que el gabinete sociológico. Así, Pau Seguí, secretario general de PIME, explica que "si nos fijamos en los datos de afiliación de trabajadores a la Seguridad Social, vemos que como mínimo, en este pasado mes no hemos perdido trabajadores, lo cual ya es mucho si se tiene en cuenta que en el entorno económico español la tendencia es inversa y la afiliación sigue bajando. Con la que está cayendo, lo que nos pasa en Balears es lo menos malo".
Por su parte, Josep Fortuny, gerente de CAEB, también aporta una mirada más o menos optimista a la situación. "La realidad es que este año la afiliación a la Seguridad Social ha subido y el paro ha bajado. Por lo tanto, son mejores cifras que las del ejercicio anterior. Es cierto que a partir de setiembre se destruirán puestos de trabajo, como pasa cada año, pero de momento, estamos mejor que el año pasado", apunta. De hecho, Fortuny pronostica que "aún no estamos en niveles que permitan hablar de una recuperación y de que la crisis está superada, pero seguramente este invierno será menos malo que el pasado".
MÁS ESTACIONALIDAD
En su estudio, Gadeso asegura también que a pesar de la reducción de las cifras del paro, la temporalidad de los nuevos contratos es cada vez mayor. Así, mientras que las contrataciones temporales se han incrementado en un 7,6 por ciento, los contratos indefinidos han crecido mucho menos, un 0,85 por cien. "Debe intuirse que el descenso del paro se está haciendo mayoritariamente con contrataciones temporales, lo que significa que la gestión del capital humano sigue haciéndose prioritariamente desde la temporalidad", apuntan desde el gabinete sociológico.
En este punto, PIME y CAEB están de acuerdo con Gadeso, y señalan a un mismo responsable: la legislación laboral actual. Seguí afirma que "cada vez se formalizarán más contratos temporales por la inseguridad del trabajo y también por la rigidez de la regulación laboral. Hasta que no se produzca una flexibilización de la legislación, mediante la cual las empresas puedan adaptarse a las demandas del mercado". Por su parte, Fortuny se expresa en la misma línea diciendo que "la contratación indefinida no aumenta porque el mercado laboral está marcado por una rigidez que provoca que las empresas no se arriesguen con un contrato indefinido que no saben si podrán asumir y con el cual la hipotética ruptura de la relación laboral es muy complicada".
MÁS REFORMAS LABORALES
Según Seguí y Fortuny, se hace necesaria una reforma del mercado laboral mucho más profunda que la que realizó el Gobierno central meses atrás. "La reforma ha sido tímida, aunque es cierto que como mínimo se ha dado un primer paso. Es un inicio que debe profundizarse, puesto que el entorno laboral tiende a ser cada vez más flexible", apunta Fortuny.
Algo similar a lo que opina Pau Seguí, que señala que "la reforma no ha servido para nada, porque se ha reformado algo que realmente no se quería tocar. España es el tercer país de la OCDE con una legislación laboral más rígida. Tenemos una normativa muy proteccionista, basada en otros tiempos y propia de una dictadura. A largo plazo, tanto proteccionismo acaba perjudicando al trabajador y provocando mayor temporalidad. Cuánta más rígida es la legislación, más temporalidad. A más flexibilidad, mayor contratación indefinida".