El papel jugado en los tres ayuntamientos donde tiene representación y la presunta exclusión de la vida cotidiana del partido de algunos miembros han provocado un incendio estival en el seno de Unió Menorquina, cuya dimensión difiere en función de las distintas versiones. El humo que ha evidenciado la existencia de fuego ha sido un comunicado remitido ayer a la prensa por Rafel Andreu Güell, miembro de UMe de Maó, en el que dice haber sido excluido del Comité Ejecutivo Insular de forma unilateral, "imagino que es por una decisión de la presidenta", y en el que denuncia discrepancias dentro de la formación.
La presidenta del partido, Irene Coll, y su secretario general, Félix Ripoll, negaron ayer rotundamente que hubiera ningún tipo de problema o discrepancia. Aseguran que no hay incendio, o que si lo hay son unos simples matorrales, es decir, una reacción personal de Andreu. Coll explica que el Comité Ejecutivo ha funcionado y sin problemas, y que las posturas en los distintos consistorios se han aprobado en el comité insular. "Estoy muy sorprendida. Nunca he tomado una decisión unilateral, y nadie lo ha excluido", explica Coll mientras reitera su incredulidad ante el comunicado emitido por el menorquinista mahonés.
Andreu, quien asegura seguir siendo militante, expone en su comunicado que "no fui convocado a la última reunión realizada la semana pasada, ni yo ni otros significados miembros de Maó y de otros pueblos". Explica que pertenece al Comité Ejecutivo desde noviembre de 2009, algo que niega Coll. Ripoll sostiene que los estatutos del partido son claros y que la actividad del mismo se ha frenado hasta que pase el verano. Respecto de los pactos y apoyos en los distintos consistorios, asegura que "aprobamos apoyar la lista más votada en cada ayuntamiento, y así lo hicimos".
No obstante, algunas fuentes del partido consultadas, ajenas a los órganos de dirección del partido, aseguran que el incendio sí existe y que no se limita a unos simples matorrales. Sus focos principales estarían en Maó y Ciutadella, donde UMe no consiguió representación en las pasadas elecciones municipales, motivo por lo que habrían dejado de interesar a la dirección del partido. Se alinean con la versión de Andreu Güell y apuntan que las divergencias en el seno de UMe han venido provocadas por la actitud de Irene Coll, que definen como muy personalista y nada transparente, y del Comité Ejecutivo a la hora de abordar los pactos en los tres ayuntamientos donde UMe tiene presencia. Según esta versión, Coll habría primado sus intereses personales en Es Castell, donde forma parte del equipo de gobierno junto al PP, a la hora de facilitar la vara de mando para los populares en Ferreries, mientras que en Es Mercadal se votó a favor del PSOE. Además le recriminan no haber tenido una visión global, no haber forzado al PP a pactar con UMe temas de ámbito insular. "Los pactos no se han entendido", afirman.
Tanto estas fuentes como el propio Andreu lamentan que el partido no haya analizado con calma los resultados del 22-M y que la actitud de los dirigentes haya cambiado a peor después de los comicios.