Puntual, a las 9.45 horas, y disparando 21 salvas de honor, realizó ayer su entrada en el puerto de Maó la fragata británica "HMS Richmond", que permanecerá atracada en la Base Naval hasta este jueves. El buque de la Royal Navy pondrá fin a la participación de Gran Bretaña en las celebraciones del 300 aniversario de la construcción del hospital naval de la Illa del Rei, con distintos actos de homenaje que tendrán lugar hoy en dicho recinto histórico.
La fragata partirá desde Menorca al puerto de Portsmouth, después de siete largos meses realizando tareas de vigilancia y seguridad marítima en el cuerno de África y Extremo Oriente. El comandante del navío, el capitán Walliker, explicó, durante la recepción oficial ofrecida ayer tarde a bordo del 'Richmond', que durante los cuatro primeros meses lejos de casa el buque participó en la misión internacional contra la piratería en Somalia, operando bajo el mando de la Armada española y del comandante Juan Rodríguez.
Sobre la vigilancia en esta zona, donde la piratería amenaza el comercio internacional y los pesqueros españoles han sido abordados y secuestrados, Walliker opinó que la vigilancia militar contribuye a "reducir los incidentes" pero no será la solución definitiva ya que, añadió, son necesarios cambios políticos y económicos en Somalia para erradicar el problema.
La fragata también ha participado en Extremo Oriente en una serie de maniobras de la Commonwealth (Bersama Shield 11), que el Reino Unido realiza junto con Singapur, Malasia, Nueva Zelanda y Australia según un acuerdo de defensa que mantienen desde 1971.
De este modo, Menorca y la participación del buque en los actos de la Illa del Rei se pueden considerar un merecido descanso para la tripulación del "HMS Richmond", deseosa de regresar a tierras inglesas, de las que partieron el pasado enero. La visita ha sido gestionada por el agregado militar de la embajada del Reino Unido en Madrid, Frederick Price, quien durante el día de ayer, junto con el comandante del buque y la cónsul honoraria, Deborah Hellyer, mantuvo encuentros oficiales en las comandancias naval y militar de Menorca y en la Dirección Insular de la Administración General del Estado. Miembros de la comunidad británica en la Isla, así como autoridades locales y el presidente de la Fundació Illa del Hospital, Luis Alejandre, se dieron cita a bordo del 'Richmond' en un cóctel de bienvenida.