El perfil. Aterrizó en Menorca con 20 años, pero no fue hasta los 36, al formar una familia, cuando se instaló definitivamente en una tierra por la que se sentía atraída. Isleña de mar adentro, de Madrid para más señas, Aurora Herráiz es un torrente de palabras e ideas, y aunque su formación es de técnico superior de Secretaría de Alta Dirección, le gusta más decir que su titulación "es la vida" y en esa carrera aún se considera una "aprendiz". Ejerció el periodismo en Estados Unidos y fue secretaria personal del político y jurista Antonio Garrigues Walker, alguien que define como "excepcional". Su marido, Guillermo, es "con quien más he crecido personalmente, él me ha dado la posibilidad de ser lo que ahora soy".
Con una amplia experiencia en el voluntariado y la acción asistencial, la designación de Aurora Herráiz como consellera de Bienestar Social no fue una sorpresa. Su departamento comprende asimismo Juventud, una tarea que le ilusiona y compensa, en cierto modo, de un día a día marcado por los problemas de una sociedad que "cada vez se mira más al ombligo" y "vive de espaldas a su realidad".
Inició su etapa profesional en Menorca como consultora de Recursos Humanos y Formación; fue voluntaria de a pie de Caritas y llegó a ser subdirectora de la entidad; formó parte del consejo de administración de Editorial Menorca y dejó su puesto al entrar, como independiente, en la candidatura del PP al Consell. Ahora entre sus prioridades está lograr que su Conselleria salga "del pozo económico".
¿Hay algún plan de cobro de los 3,2 millones de euros que debe el Govern desde 2010?
Tenemos el problema de la deuda de 2010 y el otro, más grave todavía, de la de 2011, porque no están firmados los convenios. Eso implicaría que esa deuda está reconocida por el Govern, pero en 2011 no se firmaron y se ha trabajado así todos estos meses. Eso hace que los préstamos bancarios sean a un interés más elevado. Al no haber exigido el Consell que el Govern firmara, los bancos han sido muy duros con los créditos.
¿A cuánto asciende esa deuda sin reconocer de 2011?
La deuda total es de 5,5 millones de euros, pero son 4 millones de euros los que pertenecen a acuerdos sin firmar, correspondientes a las plazas concertadas por discapacidad y a la residencia de mayores.
¿Cómo afrontarán esa falta de dinero?
Se tendría que haber luchado por firmar convenios plurianuales, y eso es lo que hemos conseguido con la visita que realizamos a la consellera de Salud y Bienestar Social, Carmen Castro. A partir del próximo enero los acuerdos que firmemos serán plurianuales, y eso nos dará más tranquilidad.
Entonces ¿la caja del Govern sigue cerrada?
La caja se abre al aceptar Madrid el plan de saneamiento financiero, el Govern irá pagando la deuda reconocida, y el Consell se endeudará para cubrir los convenios de 2011 y que se tienen que firmar. El Consell está reconociendo la deuda con entidades como Caritas o Mestral ante los bancos, y los intereses los pagará el Consell.
¿Qué garantías hay de que eso ocurra así?
La garantía es que los gobiernos del Consell y del Govern son absolutamente sensibles, lo prioritario es que los servicios sociales, la gente más necesitada esté atendida.
¿Su área es una de las que más se resienten por la crisis y la falta de liquidez?
Están todas perjudicadas, pero la mía es la más sensible, son las personas las que están afectadas, no es como una carretera. Gente a la que se le está cuidando. Una de las cosas que quiero dejar claro es que tenemos que asumir lo que somos y lo que tenemos como seres humanos. Esta comunidad tiene cosas maravillosas pero hay mucha gente con necesidades, tenemos una dependencia muy alta. Esta es un área sensible y la que tiene más personal, 170 trabajadores.
Entre ellos los de la Fundación de Discapacidad, ¿siguen los problemas para afrontar las nóminas?
La Fundación nació como una oportunidad para la isla de utilizar las sinergias de todos y ser más fuertes para solucionar los problemas, y mejorar en la atención a los discapacitados, con una gerencia común. Como todo, funciona económicamente, hay profesionales. Se nutre de las ayudas de los ayuntamientos, y de las del Consell, que vienen de las plazas de dependencia que financia el Govern. Ahora, no ha llegado el dinero de 2010 y se ha entrado en un programa con los bancos. La anterior consellera reconoció la deuda de la fundación de enero a junio sin tener el convenio con el Govern, así que la fundación está pagando a su gente a un precio más alto, mediante factoring. Este mes he tenido que hacer yo lo mismo.
Ante esta situación, ¿cuáles son las prioridades?
Mis prioridades ahora son salir del pozo económico, poner la Fundación a funcionar con eficacia y eficiencia, así como todo mi departamento, y en el Consorcio Sociosanitario -que incluye el centro de Santa Rita y la unidad de Alzheimer-, ir integrando todos los centros de la Isla, y así optimizar recursos.
¿Habrá una inspección en el geriátrico de Sant Lluís?
El alcalde, con muy buen criterio, pidió una consultoría de la propia empresa, ya hay resultados y eso ha provocado cambios importantes, aunque corresponde informar al Consistorio. Ahora hemos dado tiempo, pero los técnicos de la Conselleria irán al centro a realizar la valoración. Cualquier decisión dependerá de ese informe, pero me consta que se están tomando decisiones desde la propia empresa.
¿Podrá ayudar el Consell a los enfermos que deben pagar los billetes de avión para ir a Palma?
Es un problema del IB-Salut pero, aunque no lo ponga en ningún sitio, me corresponde respaldar y ayudar en todos los temas sociales de nuestra población. Por ello, el presidente se reunió conmigo y mis técnicos para ver si podíamos dar respuestas. Una vez más, vimos que es complicado. Hablamos de dinero público y las partidas económicas están asignadas. A partir de ese momento intenté a ver si podía lograr donaciones de entidades privadas, pero también sus procesos burocráticos están cerrados a fecha de hoy. Se lo planteé a la consellera de Salud, ella está viendo cómo pagar a las agencias y también negocia directamente con la compañía aérea, para ver de qué manera puede asumir esta necesidad social. El sindicato Comisiones Obreras también me pidió que actuara en este asunto, estamos intentado buscar soluciones.
Hay ya situaciones dramáticas...
Sí, y hasta que no le pones cara y ojos a los problemas no las ves. Desde aquí quiero dar las gracias a una mujer que me ha hecho verlo, tiene 5 hijos, su marido está en el paro y ella gana poco más de mil euros. Su hija de 10 años tiene leucemia y tiene que ir a Palma una vez por semana, después de haber pasado seis meses con la niña en Palma. Ese es nuestro problema de insularidad, los billetes que ella se está pagando son más de lo que gana al mes. Nuestra sociedad tiene que bajar a mirar a los ojos a la persona con el problema, no podemos ser insensibles. Yo creo en las personas, independientemente de los colores políticos en sí mismos, y si pides, siempre obtienes una respuesta.
¿Cómo está funcionando la atención a la mujer, los menores, la drogodependencia?
Son las partes más delicadas. En un mes he podido ver poco, he visitado lo que he podido, creo que hay que trabajar con más eficacia y también poner sentimiento. En los centros, sin una valoración técnica todavía, tengo la sensación de que la gente trabaja lo mejor que sabe, pero creo que tendremos que, otra vez, optimizar ese trabajo. Y para que los que reciben la atención se sientan mejor es importante que los empleados de esta Conselleria sean cuidados. Hay que cuidar al cuidador.
¿La Administración debe darla respuesta a todo?
Yo creo en lo que dice el presidente Tadeo, la solución a muchos problemas es que el tejido económico funcione, crear puestos de trabajo y así impulsar todo lo demás. Estamos ante un nuevo paradigma, una nueva forma de hacer las cosas, todo se debe de ver en clave de cambio de era, eso provoca una crisis, y yo entiendo que eso es una oportunidad
En mi área lo entiendo como una oportunidad importantísima para el ser humano, para volver a entender que somos una comunidad, que nos interrelacionamos y que estamos juntos para hacer que funcionen las cosas. No podemos culpar de todo a las instituciones, porque no son más que la suma de personas. Es una época muy dura, debemos exigir que todo funcione, pero primero debemos exigirnos a nosotros y asumir nuestra responsabilidad, ponernos en el lugar del otro pero ayudar, no sólo esperar a que la Administración lo solucione todo.
El área de Juventud ¿le motiva especialmente?
Sí, es lo que más ilusión me hacía al entrar en política, aunque el 90 por ciento de mi fuerza se ocupa en lo social. He descubierto que el Institut Jove tiene ofertas muy interesantes, como otras entidades privadas, pero que creo que no se divulga como debiera. La página web de Injove estaba sólo en catalán y la haremos bilingüe. Yo creo en el bilingüismo, la lengua no puede ser una barrera ni un elemento político. Además, tenemos que enriquecernos con la juventud que viene de fuera. Si queremos que la sociedad avance debe existir esa interacción entre jóvenes, esa es la sociedad del futuro. Hay que potenciar Injove, darlo a conocer y hacer cosas nuevas.
¿Algún proyecto en especial?
Una cosa que quiero trabajar es el voluntariado de los jóvenes, tenemos que hacer que sean más altruistas y voluntarios, hay que darles esa gran oportunidad. Deben poder canalizar su solidaridad. Hay que darles cosas atractivas, porque creo que responden muy bien. Con el voluntariado das, pero recibes aún más.
¿Habrá tres billetes de avión para los estudiantes?
Creo que en este momento hay otras prioridades más... de carne y hueso, pero no puedo hablar como decisión de gobierno. Es importante, los jóvenes no tienen que perder su identidad con la isla. Aunque creo que también hay que invertir, y que ellos también inviertan en su formación, para que después quieran volver a la Isla, y que vuelquen aquí su talento.