Pedro y Vilma Picapiedra, un torero acompañado por su sevillana, una familia de chinos e incluso un enorme "hot dog" al que, curiosamente, le habían salido piernas y brazos. Todos ellos se encontraron ayer por la mañana en Sant Climent donde, un año más, el agua fue la protagonista de la jornada.
La fiesta "Quin temps fa..." reunió en la calle Sant Miquel a un centenar de personas de todas las edades cuyo objetivo no era otro que mojar y ser mojados. Los cubos y las pistolas de agua fueron los elementos más utilizados para empapar a vecinos, familiares y amigos. Evitar el baño era complicado y la gran mayoría volvieron a casa calados.
La euforia se desató a partir de las 12.30 horas, momento en que las mangueras de los camiones cisterna comenzaron a arrojar agua en grandes cantidades. Abierto el grifo y la veda, la calle Sant Miquel se convirtió en el escenario de una auténtica batalla acuática y los gritos y las risas de los participantes se oían desde cualquier punto de la localidad.
¿Menos Disfraces?
La nota de humor la pusieron todos aquellos que aparecieron ataviados con vestimentas de todo tipo aunque, según algunos santclimenters, fueron menos los que este año optaron por disfrazarse. Algunos aprovecharon las guirnaldas multicolores para fabricarse un ajuar adecuado para la ocasión mientras otros se decantaron por las pelucas "afro" y las gafas estrambóticas. Cualquier elemento era ayer apropiado para llamar la atención. Pasar desapercibido estaba prohibido y, si alguno lo intentó, es probable que acabara empapado de arriba a abajo.
Tras la refrescante fiesta del agua, los santclimenters aprovecharon para recuperar fuerzas. Por la tarde, los grupos Pinyeta Pinyol y Sky Night animaron a los más pequeños hasta que llegó el momento de la "coca amb xocolati". Posteriormente, Elements subió al escenario para amenizar la velada y a las 23.30 horas la traca puso punto y final a un fin de semana de celebraciones en Sant Climent.