"El Casino Marítim comunica a sus clientes y proveedores que cesa su actividad de forma temporal". Con este escueto comunicado anunciaba ayer el establecimiento mahonés su cierre provisional toda vez las negociaciones con el Club Marítimo de Maó, propietaria del local en el que desarrollaba su actividad, no han fructificado.
El Casino Marítim ofrecía dos teléfonos de atención si bien al otro lado de la línea móvil el director del local, Ismael Hernández, declinaba realizar declaraciones por estar confiada esta responsabilidad a la central del Grupo Comar, al que pertenecía el número fijo, donde no fue posible localizar a ningún directivo de la empresa que explicara qué futuro le espera al casino menorquín y a sus trabajadores, convocados comunicarles la suspensión de sus contratos a principios de septiembre.
En este sentido, una de las opciones que podría barajar el grupo gallego del que depende Casino Marítimo S.A., la sociedad gestora de la sala de juegos menorquina, sería su reapertura en un nuevo local, cuyas dimensiones se adecuarán al volumen de negocio, una salida que se había barajado en la ubicación actual. Así, hace justo un mes, Nemesio Suárez, presidente del CMM, aseguraba tras la reunión de la junta directiva de la entidad que estaban dispuestos a autorizar una rebaja de la superficie objeto de arrendamiento si lo solicitaba el casino.
Esta solución era la acordada por la entidad mahonesa tras rechazar volver a renegociar el contrato- cuyas condiciones económicas implicaban una renta mensual de 10.000 euros al Casino Marítimo- a petición de la sociedad de juego que alegó una bajada de ingresos. Sin embargo, el Club rehusó esta posibilidad por haberse renovado el contrato de alquiler el año pasado y habrá que ver cómo repercute el abandono del local del Moll de Llevant por parte de la sociedad de juego en las cuentas de la entidad mahonesa, que a la pérdida de los amarres y al coste de la readmisión de Ignacio Marra, sumaba en mayo pasado unas costosas obras de reparación de la cubierta del edificio.
Ayuntamiento
La alcaldesa de Maó se mostraba ayer cauta a la hora de valorar el cierre del Casino Marítim. "Nos entrevistamos con su director y también con el presidente del Club Marítimo y estábamos a la espera de ver cómo se resolvían las negociaciones siendo conscientes de que los números del casino no son los que deberían". Águeda Reynés confirmaba, asimismo, que no había habido ninguna comunicación oficial sobre un cierre o un cese de la actividad, a la vez que cuestionaba el traslado del casino. "Yo creo que está donde debe de estar", apostillaba la alcaldesa.