El Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) aún no ha abonado a los trabajadores de Quesería Menorquina el millón de euros de indemnización correspondientes a la deuda concursal del Grupo Nueva Rumasa. Esta cuantía corresponde al dinero que la familia Ruiz Mateos dejó de pagar antes de la intervención judicial (dos mensualidades y la paga extra de marzo).
Los trabajadores, que compraron la fábrica del empresario jerezano esta primavera, y que se encuentran, por otra parte, inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), confían que esta situación se resuelva lo antes posible.
El FOGASA acumuló hasta julio de este año en Balears un retraso del 42 por ciento en la gestión de expedientes por impago de empresas a sus trabajadores y uno de ellos es el de Quesería. De los 3.500 casos que se registraron en las Islas en los seis primeros meses del año, alrededor de 1.500 siguen pendientes por falta de personal. Ante esta contingencia la secretaria del comité de empresa se consuela pensando que el retraso medio de los expedientes en Balears es de cuatro a cinco meses, mientras que en Barcelona supera los doce y en Madrid ronda los ocho meses.
ERTE "con normalidad"
Por otra parte, Sastre señaló que el ERTE que afecta a más de la mitad de la plantilla y ha reducido al mínimo la actividad de la factoría quesera transcurre "con normalidad".
"No esperábamos tener grandes cambios y al menos no hemos experimentado ningún retroceso", explica.
Mientras la empresa transita por un ERE temporal de puertas a dentro se trabaja intensamente para conseguir nuevos contratos de producción.
El futuro de la fábrica pasa por la revisión de la hipoteca de 15 millones de euros que suscribió la familia Ruiz Mateos, lograr de nuevo la producción de Kraft, recuperar clientes y llegar a un acuerdo equilibrado con los acreedores.
Los payeses buscan mercados alternativos
Los productores que suministran cuajada a Quesería buscan mercados alternativos donde colocar su producción. Según explica el portavoz, Joan Verdera, los payeses continúan sin cobrar el segundo y último pago del dinero que el Govern destinó a la factoría para que pudiera pagar a productores de cuajada y mantener así la actividad fabril.
El ejecutivo de Antich concedió para este fin a Quesería en marzo de 2011 un préstamo de 500.000 euros (sin intereses) dividido en dos pagos.
La fábrica abonó a lo payeses las facturas de los meses de febrero y marzo dentro del primer pago, sin embargo, el segundo, que hacía frente al abono de las entregas correspondientes a los meses de abril y mayo no se han cobrado aún.
Juan Verdera, portavoz de los trece productores que suministran cuajada a Quesería Menorquina, explica que a pesar de este retraso, la empresa sí está haciendo frente a los pagos de las entregas de producción posteriores.
Los productores también están a la espera de cobrar los 850.000 euros que los Ruiz Mateo todavía les adeuda correspondientes a los meses de noviembre, diciembre de 2010 y enero de 2011, antes de que la familia del empresario jerezano presentara el concurso de acreedores. El caso está en manos del Juzgado de lo Mercantil número dos de Palma.
De momento, y debido al parón estival en las explotaciones, apenas media docena de productores suministran cuajada, será en septiembre o noviembre cuando las trece fincas vuelvan a entregar su producción.
No obstante, Verdera comenta que algunos payeses buscan otros mercados. La compra de la empresa por parte de los trabajadores no es vista con malos ojos por parte de los ganaderos, pero tampoco es una garantía de que la fábrica pueda remontar su delicada situación financiera.