Las fuerzas policiales no han detectado que se hayan incrementado los delitos desde la apertura, el pasado 30 de julio, del centro penitenciario en la carretera de Sant Lluís, sino que, por el contrario, el número de actos delictivos descendió el pasado septiembre con respecto al mismo mes del años anterior.
Así lo afirmó ayer el director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Javier Tejero, en el transcurso del acto de celebración de la festividad de la patrona de la Guardia Civil, en el que insistió en que la Isla se encuentra por debajo de la tasa media de criminalidad de Balears.
Tejero respondía así a las informaciones ofrecidas por el sindicato Unión Federal de la Policía (UFP) y en concreto por su secretario general, Jaime Mulet, quien atribuyó a presos de permiso robos y hurtos cometidos recientemente en el municipio de Maó. El director insular aseguró que dichas manifestaciones "han generado una alarma injustificada, y es preocupante que un señor y un sindicato, que no han venido por aquí en los últimos siete años, lleguen ahora a realizar unas declaraciones que generan preocupación".
Tejero recordó asimismo que la construcción de la cárcel fue una "decisión política", tomada desde el Consell y los ayuntamientos, y que desde la Dirección Insular "siempre se ha trabajado" para "minimizar" su impacto y lograr que "todo se haga de la forma más sensata posible".
Las afirmaciones de Tejero sobre la seguridad ciudadana fueron corroboradas por el director de la cárcel, Alfredo Fernández Cuevas, también presente en el acto oficial que la Benemérita celebró en Punta Prima.
Según Fernández, el sindicato UFP ofreció "informaciones inexactas, que no se adecuan a la verdad, y la Policía no ha tenido ninguna noticia de esto". Además, explicó que en el tiempo que lleva abierta la cárcel, sólo dos presos, los dos menorquines, han salido de permiso bajo la tutela de sus familias y con los correspondientes controles, sin que ninguno de ellos haya cometido ningún delito.
Respecto al tipo de presos que están en la cárcel de Maó, señaló que se trata de internos de segundo grado, "normalizados y en régimen ordinario" y que los permisos se conceden cuando se cumplen "unas garantías mínimas para que puedan salir".
Sobre la seguridad en el centro, su director, -cuyo destino anterior era la cárcel Madrid 3, en Valdemoro-, afirmó que la cárcel de la carretera de Sant Lluís es segura , "con tres perímetros, cuatro muros y cien funcionarios dentro", por lo que, insistió, "no se debe generar una alarma social".
Además manifestó que la información de UFP no es precisa, porque "la Policía no vigila el interior de la cárcel, sólo se ocupa del perímetro exterior, porque dentro es tarea de los funcionarios de prisiones".