Ya falta poco para conocer el ganador de la edición número 36 del Premi Born de Teatro. Galardón de reconocido prestigio –quizás más valorado fuera de las fronteras menorquinas que en la propia Isla– famoso además por tratarse del premio de literatura dramática mejor dotado económicamente en lengua hispana (18.500 euros). Desde que en 1970 ganara la primera edición Maria Dolors Cortey con "Dora y la Nit", han sido muchos los autores que han pasado por Menorca para recibir el reconocimiento.
En los tiempos que corren, los últimos ganadores reconocen el gran prestigio del premio organizado por el Cercle Artístic de Ciutadella, aunque dada la coyuntura cultural actual, pero sobre todo la económica, existe alguna asignatura pendiente que parece que el Born no ayuda a enmendar: el estreno de las obras premiadas. El último texto ganador llevado a las tablas fue "Origami", del autor catalán Carlos Be, quien estrenó el montaje en 2010 en un teatro de Praga. Otros ganadores del Born, nos cuentan lo que éste supuso para sus carreras.
Jesús Díez, 2007
Fue el año de "El Show de Kinsey", firmado por este autor catalán, hoy día jubilado, que ha cambiado el teatro por la novela, un género en el que se encuentra trabajando actualmente y para el que dice necesita menos infraestructura. "El teatro actual es un mundo de cuyo carro es cada vez más difícil tirar", reconoce el autor, quien sostiene que el galardón le ha supuesto "la confirmación de que era posible que a las personas les podía gustar lo que escribía".
A Díez el premio le llegó después de curtirse muchos años primero como director de montajes y después como escritor de textos que él mismo se encarga de dirigir. Con "El Show de Kinsey", sin embargo, no ha sido posible. "El proyecto se ha frustrado varias veces. Cuando había compañía no había teatro, y cuando había teatro no había compañía..." ¿La crisis? "Son tiempos difíciles para montar una obra", confiesa resignado.
Carles Batlle, 2008
El autor de "Oblidar Barcelona" no sabe hasta qué punto un premio puede cambiar la carrera de alguien, pero reconoce que en el caso del Born "tiene mucha relevancia y repercusión". Y es que Batlle en 2008 ya podía presumir de tener una trayectoria consolidada en el mundo teatral, lo que por otra parte viene a confirmar la calidad que suelen atesorar los jurados del galardón. En su caso dice que no le abrió puertas, "pero quizás ayudó a mantenerlas abiertas".
No obstante, considera que para muchos autores supone un espaldarazo. "Creo que es el premio más importante del Estado, y es importante que se mantenga con los criterios actuales", dice. Y con ello se refiere "al gran acierto" que supuso en su día que la obra ganadora se editar en las cuatro lenguas oficiales. "Además, el galardón otorga mucho prestigio a la Isla", añade.
Pero "Oblidar Barcelona" tampoco ha logrado dar el salto a los escenarios. Sin embargo, ya se ha traducido a varias lenguas. A su juicio, el estreno se está viendo obstaculizado "por un problema de número de personajes. Cuando sobrepasas la barrera de los seis suele haber problemas de presupuesto, y si no lo monta un teatro público, la cosa está difícil. He tenido ofertas, pero no han prosperado por culpa de la crisis", confiesa.
Respecto a la situación del mundo teatral, Batlle considera que estamos viviendo un momento "con muchos autores y muchas propuestas, pero el alcance habrá valorarlo dentro de unos años. Ahora estamos viviendo de la renta de años anteriores. A ver qué pasa dentro de un par de años con los recortes. En estos momentos hay menos posibilidades de producir montajes y luego llevarlos de gira", concluye.
Josep Maria Miró, 2009
El padre de "La dona que perdia tots els avions" tiene más que claro que el Born "es el Premio en mayúsculas de la autoría teatral", que además "se suele convertir en una excelente tarjeta de presentación". Miró coincide completamente con Batlle en la distinción lingüística del galardón. "El Cercle Artístic hizo una gran apuesta en ese sentido, y es poco habitual encontrase con un premio cuya obra ganadora se edite en cuatro lenguas".
El premio le ha abierto, confiesa, caminos que de otra forma hubiera sido difícil recorrer. Gracias a la repercusión que suele tener la obra ganadora, "La dona que perdia tots els avions" ya ha sido traducida al alemán y al francés. Y lo que es más, se representará el próximo 9 de diciembre en versión de lectura dramatizada. Que se estrene en un teatro nacional y al estilo tradicional, eso ya es otro asunto. "Pienso que la coyuntura de los últimos años no ha sido la mejor para que eso llegue a suceder", reconoce. "Me encantaría que eso sucediera, pero en ese sentido soy muy paciente".