«Somos una asociación plural y apolítica que tiene como objetivo prioritario servir a la sociedad menorquina con la aportación de ideas y opiniones, desde la más estricta independencia partidaria, sobre todas las cuestiones, no únicamente de carácter económico, que puedan contribuir al progreso económico y social de la Isla». Con estas palabras definió Francisco Tutzó al Cercle d'Economia de Menorca en la presentación celebrada al mediodía de ayer en el Salón Gótico del Ajuntament de Ciutadella.
Un grupo de personas pertenecientes a los ámbitos empresarial, académico y profesional ha promovido esta nueva entidad que aspira a «ocupar un lugar entre el colectivo de entidades y asociaciones que conforman la sociedad civil menorquina». Tutzó subrayó que «el Cercle será un espacio de libertad, plural y abierto al diálogo, siempre al servicio del progreso económico, el bienestar social y el interés general de la isla de Menorca».
El que fue primer presidente del Consell de Menorca y del Consell Interinsular expresó la voluntad de «reconducir la grave crisis económica que padecemos para iniciar el camino de la recuperación económica mediante medidas que estimulen el crecimiento, el empleo y la austeridad». Para conseguir estos objetivos «hay que buscar el punto de equilibrio entre las medidas de ajuste de los gastos públicos, necesarias para ganar credibilidad ante los mercados, y las políticas de estímulo para incentivar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo».
A continuación advirtió Tutzó que esta crisis se origina en «la pérdida de valores y principios que conforman el código genético de nuestra cultural occidental». Aludió, en el caso de Menorca, a las raíces históricas y culturales, que se materializan en la tradición industrial, comercial y ganadera de los menorquines.
Según el presidente del Cercle, «la globalización obliga a un permanente ejercicio de modernización de nuestro aparato productivo, y los empresarios que con su empuje permiten conseguir este objetivo son los verdaderos motores de la economía de nuestra Isla». Calificó la conectividad aérea como problema urgente y reclamó al Consell una solución «sí o sí en los próximos meses, con los gobiernos autónómico y central».