Los que se fueron a la cama pasada la media noche tuvieron la oportunidad de presenciar la nevada que, al fin, después de casi toda la tarde dominical de copos de nieve que no llegaban a cuajar, extendía el manto blanco que eleva el paisaje al idilio de lo que no era un sueño, sino la segunda oportunidad de este crudo invierno de gozar de lo que pocas veces ocurre en la Isla, cada rincón cubierto de blanco.
Ciutadella fue la excepción, de nuevo allí se quedaron con las ganas. Tampoco la meteorología más fría fue muy generosa en el Levante de la Isla en esta ocasión. Solo en el centro, de Alaior hasta Ferreries pudieron exclamar abiertamente lo de "¡Ha nevado!"
Los vecinos de Es Migjorn también estaban contentos y el paisaje que ofrecía Fornells desde El Toro era, según las monjas allí residentes, una preciosa estampa. El punto más alto de la Isla, como no podía ser de otra manera, quedó bien lucido y la precaución ante la posible avalancha de intrépidos aconsejó cortar la carretera hasta ayer al medio día cuando ya gran parte de la nieve se había derretido.
El pueblo de Ferreries fue uno de los más agraciados por la nieve. Joan Janer comentó ayer que a la una de la madrugada empezó a nevar intensamente y a las tres estaba ya todo cubierto de blanco. En Es Mercadal también la nieve hacía acto de presencia. Hasta seis litros midió Joan Victori Orfila en su pluviómetro.
En Es Migjorn también estaban contentos aunque había que mirar hacia el campo para observar el paisaje embellecido, ya que al igual que en el resto de poblaciones la nieve sobre el asfalto se había fundido rápidamente.
Lo mismo ocurrió en Alaior donde a las nueve de la mañana aun caían algunos copos y la nieve seguía depositada sobre los coches, jardines urbanos y repisas de ventanas. Al cabo de unas horas lucía un sol espléndido que acabaría con toda la blancura.
Maó se tiñó de blanco solo por un rato y por la mañana podía verse nieve encima de algunos coches, placas solares de los tejados e incluso alguna rotonda.
Rafel Raga, colaborador de la Agencia Española de Meteorología en Ciutadella, recogió gasta 2,2 litros, pero solo de agua. Cayeron copos de nieve en la ciudad de Poniente, pero la nieve dejó de cuajarse a la altura de Sa Naveta des Tudons. El frío que se vivió en Ciutadella fue tan intenso como en el resto de la Isla llegando la temperatura mínima a 1 grado.
Frío histórico
Agustí Jansà, del Centre Meteorològic de Balears, avisaba ayer del fin de la ola de frío continental que en tres ocasiones ha dejado Balears en récords de temperaturas. La cota de nieve debía subir durante esta noche a 300 metros de altura y este episodio se da por cerrado aun cuando el frío abandona Menorca pero lo hará lentamente.
Jansá, haciendo análisis de los tres episodios de frío vividos durante la primera quincena del mes de febrero, apunta que las bajas temperaturas a las que se ha llegado en Menorca no tienen otro referente hasta cuarenta años atrás.
El meteorólogo quiso apuntar lo extraordinario de lo ocurrido en el conjunto de Balears. Hasta seis nevadas en Palma donde durante la primera ola de frío llegó a acumularse hasta seis centímetros de nieve. Y lo máximo, hasta 30 centímetros de nieve en Bunyola y 40 centímetros en el Parc de Llevant de Artà.