Vicenç Tur llevará las riendas del PSOE de Menorca durante los próximos cuatro años. Así lo decidieron ayer los cien delegados presentes en el duodécimo congreso del partido en la Isla, quienes escogieron a Tur frente a la alternativa continuista del ya ex secretario general del partido, Marc Pons. 56 de los delegados presentes optaron por Tur, 42 por Pons, y se registraron dos votos en blanco.
Tur se hizo con el poder reclamando cambios profundos en el partido, y con la intención, aseguró, de dar más protagonismo a los militantes. Tras su victoria, el ex alcalde de Maó reivindicó que "empezamos una nueva etapa que pasa por recuperar la credibilidad ante la sociedad". No obstante, Tur quiso dejar muy claro que esta nueva etapa que él abre no debe entenderse como un borrón y cuenta nueva con todo lo anterior, sino que "aquí no sobra nadie, al contrario, falta mucha gente, y por eso quiere conformar un equipo al frente del partido con el que todo el mundo pueda sentirse cómodo". Así, aseguró que la primera consulta que realizará para conformar su equipo será a Marc Pons.
Con el resultado de ayer, Vicenç Tur ha conseguido en Menorca lo que no se alcanzó ni el congreso a nivel estatal ni tampoco en el balear, que el sector llamado crítico consiguiera dar la vuelta al partido. "Menorca siempre ha sido motor de cambio y de diferencias, y ha sido capaz en muchas ocasiones de avanzarse a los cambios necesarios. Esperemos que también en esta ocasión seamos precursores, y demostremos que las cosas se pueden hacer de otra manera. De hecho, lo haremos conformando equipos muy integradores", valoró el nuevo secretario general socialista.
De las palabras de Tur en el discurso con el que se presentó ante los delegados antes de la votación, se desprende la voluntad de separar las responsabilidades institucionales de las de partido. En este sentido, en su intervención dejó muy claro que "no están en discusión los liderazgos institucionales, puesto que ellos, además de haber contraído un compromiso con el partido, lo han contraído también con los ciudadanos, y esto ahora mismo no está en tela de juicio". Sobre esta cuestión se interpeló a Marc Pons después de ser desbancado de la secretaría general del partido. Pons apuntó que "tengo que hablar con Vicenç", pero añadió que ésta no es ahora mismo una cuestión que esté sobre la mesa. Según Pons, "ahora le toca al nuevo secretario general tomar las decisiones, y conformar un equipo con las manos libres, y en este sentido, yo no voy a jugar a intentar colocar a personas dentro de la ejecutiva. Mi deseo es que el partido salga reforzado". Del resultado del congreso, Pons asegura que "se ha producido un debate intenso, y acepto, como no puede ser de otra manera, los resultados que se han producido. Yo me voy satisfecho con el trabajo realizado".
El cambio en la secretaría general del PSOE de Menorca se intuía más posible ya a media tarde, cuando los delegados votaron el informe de gestión de la ejecutiva saliente, la que encabezaba Marc Pons. Ya entonces, Pons encajó una primera derrota, puesto que 39 de los delegados presentes entonces suspendieron el trabajo realizado por el equipo de Marc Pons, sobre todo la ejecutiva local de Maó. Pons obtuvo el voto favorable de 34 delegados, y 19 se abstuvieron. De este modo, los representantes de las agrupaciones locales ya avanzaban lo que pasaría dos minutos antes de las nueve de la noche, puesto que parecía poco lógico que, si criticaban la gestión realizada por la cúpula del partido, optaran por dejar a la misma persona al frente de la formación.