Fundadora y dirigente de la FEMUCARINAP, la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú, Lourdes Huanca es una mujer luchadora y fuerte que no agacha la cabeza. Explica sin resentimiento, con la mirada limpia, que no tuvo una infancia fácil. "Vivir en la calle te enseña a tener fuerza, decisión y posición".
Madre de dos hijos y abuela de dos nietos, hoy su lucha la dedica a las mujeres campesinas del Perú. La semana pasada estuvo unos días en Menorca, donde se reunió con en Fons Menorquí y participó en una charla-coloquio en el Molí del Rei, la sede del GOB.
De larga y negra trenza, ataviada con artesanías hechas por sus compañeras y un sombrero rojo típico de Moquegua, aunque con toques creativos muy personales, Lourdes Huanca durante nuestra conversación sabe ponerse seria con la misma intensidad y sinceridad con la que sonríe.
¿Para qué ha venido a Menorca?
He venido acá para poder conversar con el Fons Menorquí de Cooperació y Entrepobles sobre los objetivos que tenemos en la organización de mujeres campesinas, la FEMUCARINAP. También he venido a informar de que en el Perú hay organizaciones de mujeres como la nuestra, que estamos empujando y haciendo visible lo que aportamos nosotras como mujeres del campo, económicamente, a nuestro país. Hacer visible que tenemos capacidad a pesar de que muchas no tenemos educación.
¿Qué valoración hace de la reunión con el Fons Menorquí?
Hemos tenido una reunión muy buena, pese a que estamos en una situación de crisis en la que hay un proyecto que está aceptado, pero para el que no existe presupuesto. La verdad es que siempre es más fácil hablar cara a cara y he podido expresar nuestra gratitud y manifestar la magnitud de esa semilla de esperanza que nos dan.
¿Esperanza pese a todo?
No saben el aporte que nos dan a Perú, el valor que tiene la ayuda más allá de lo económico; hablo del valor de "empoderarnos".
Tendrá que explicarme a qué se refiere con "empoderar". Entiendo que viene de poder...
"Empoderarnos" es capacitarnos políticamente, socialmente, culturalmente. Una mujer preparada se "empodera", y lo hace para poder defender sus derechos.
¿Es una cuestión de los derechos de la mujer?
A nosotras como mujeres, nuestras madres y abuelas nos han enseñado a defender la tierra si fuera preciso con la propia vida y eso lo llevamos en la sangre. Hablo del territorio, el agua, la semilla, en definitiva, lo que nos da la soberanía alimentaria. Pero en muchos casos no nos han enseñado cómo defender el territorio de nuestro cuerpo.
¿Hablamos entonces de educación sexual también?
Exacto, en Perú todavía hace falta explicar que las mujeres no solo estamos para tener hijos e hijos, por eso necesitamos capacitarnos, "empoderarnos" y conocer la diferencia entre sexo y amor. Para las mujeres campesinas eso es un tabú. Con esta federación de mujeres campesinas estamos explicando que hay leyes que nos amparan respecto a la violencia familiar. Si me pegas y me maltratas yo me quejo, algo que antes era impensable.
Hábleme de la FEMUCARINAP.
El espíritu de la FEMUCARINAP es el de una organización autónoma. Somos 126.000 mujeres en nuestra organización y estamos en 20 regiones del país, en el sur, en el norte, en el centro y en la selva. Somos mujeres que hacemos visible el trabajo y la labor de las mujeres campesinas.
Mujeres que se "empoderan".
Justamente. El proyecto que tenemos con Entrepueblos y el Fons Menorquí nos ayuda a "empoderarnos" en Lima, la capital, donde tenemos un local institucional, para hacer visible el trabajo que hacemos en las zonas rurales. Tengo que decir que Entrepobles es una institución que respeta la autonomía de la organización, y eso hay que aplaudirlo.
¿Qué más cosas hace la FEMUCARINAP en Perú?
Defendemos la soberanía alimentaria, la libertad y autonomía sexual, y al mismo tiempo también tocamos el tema de la salud integral, valorando las medicinas ancestrales. Luchamos para que nuestros hijos tengan una buena educación, ya que existen muchas diferencias entre la educación en la ciudad y en las zonas rurales. Nos capacitamos y organizamos para ser felices y ayudarnos.
¿En qué consiste la capacitación?
Las compañeras llegan a las zonas rurales y se quedan una semana. El trabajo que hacemos con las mujeres es de lucha, también talleres de soberanía alimentaria o de capacitación política, de derechos humanos relacionados con la libertad sexual, la reproducción… Durante la semana hacemos una asamblea general y el último día compartimos fiesta y baile. Así que educamos, luchamos, nos divertimos…
También ha venido a Menorca para hablar sobre la soberanía alimentaria.
La seguridad y la soberanía alimentaria son puntos fundamentales para la alianza estratégica de las mujeres. La tierra, el agua, las semillas son tres aliados imprescindibles que tenemos nosotras. Si nos quitan el agua, morimos, si nos quitan la tierra morimos, peor la semilla. Ésta es nuestra lucha como organización de mujeres.
¿Usted sabe algo sobre las mujeres campesinas de la Isla?
No mucho… Pero lo que sí sé es que aquí los campesinos tienen seguros, algo que no existe en el Perú. Nosotros perdemos la cosecha y lo perdemos todo. Esa es una gran diferencia.
¿Y qué futuro le espera a las mujeres de la FEMUCARINAP?
En esta etapa nos preparamos para ser dirigentes, asumir cargos políticos, pero hacerlo preparadas, con capacidad de plantear propuestas de leyes, tener convicción y principios. Fácil es llegar a ser congresista o alcaldesa, pero si no tienes unos principios claros puede que con un fajo de billetes de dólares te cambien y te olvides de tus orígenes. Yo sueño con ser presidenta de la República del Perú.