Las obras de reforma de la zona portuaria de la Punta des Rellotge están pendientes de un estudio sobre su afectación al cantil situado encima del restaurante Jágaro. Los trabajos que se ejecutarán con cargo a Autoridad Portuaria de Balears (APB) consisten, por una parte, en la construcción de una rotonda para mejorar la fluidez del tráfico frente a la gasolinera que gestiona el Club Marítimo de Mahón en las cercanías de la Cuesta de Corea.
Por otra parte, el proyecto también incluye el saneamiento y consolidación del acantilado en la Punta des Rellotge para evitar desprendimientos.
El cantil que da a la zona de Cala Figuera está muy deteriorado y ante la inestabilidad que presenta, el proyecto contempla su recorte en ángulo a fin de suavizar la inclinación y reducir el riesgo de desprendimientos. Tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Maó, para la cesión temporal de los terrenos (Según el Plan de Usos de 2006 es zona portuaria, pero el Ayuntamiento aún no ha ratificado este documento) la Autoridad Portuaria adjudicó los trabajos a la constructora Antonio Gomila por un importe aproximado de 112.000 euros.
Sin embargo, técnicos de APB han comprobado recientemente que las mejoras previstas realizar en el acantilado producirán una vibración que podría afectar a la estabilidad del terreno y, por tanto, al restaurante Jágaro.
Peligrosas vibraciones
Según informan fuentes de Autoridad Portuaria, técnicos de la entidad redactan en la actualidad "un estudio de medidas de protección y seguridad" para poder habilitar en la zona una instalación que permita ejecutar las obras con absolutas garantías. El coste de este estudio tendrá un presupuesto añadido al inicial, circunstancia que incrementará la cuantía final de las obras.
Una vez realizado el estudio, la Autoridad Portuaria confía en poder iniciar los trabajos lo más pronto posible, si bien no avanza ninguna fecha.
No obstante, el inminente inicio de la temporada turística, podría retrasar el esperado arranque de las obras de reforma. Jaime Garriga, responsable del Restaurante Jágaro mostró ayer su satisfacción por el desbloqueo de un proyecto que espera con avidez desde 2002. Sin embargo, se muestra preocupado por la afectación de los trabajos a la actividad turística que desarrolla.
"Los meses de junio, julio y agosto están aquí encima y, por rápido que quieran hacer los trabajos, no creo que les de tiempo ahora. Creo que habría que esperar para después de las fiestas de Maó", reflexionó. Garriga añadió que encargó hace años un proyecto para rehabilitar el interior del establecimiento coincidiendo con las obras de consolidación del cantil, sin embargo se vio obligado a guardarlo en un cajón ante la aparente falta de interés de las autoridades responsables por reordenar este rincón del puerto.
Consell, Govern, Ayuntamiento de Maó y Autoridad Portuaria de Balears colaboran desde 2002, en el consorcio que vela por consolidar el acantilado del puerto de Maó y mantener la seguridad en toda la zona.